Carlo Gesualdo (Nápoles, 1561- Gesualdo Avelino, 1613) fue un extraordinario compositor renacentista que tuvo una vida propia de una ópera de Verdi.
Perteneciente a una aristocrática familia (tenía el título de príncipe de Venosa), Gesualdo mostró desde muy joven un apasionado amor por la música. Evidentemente, los encorsetamientos sociales propios de la época le dificultaron al principio el ejercicio de semejante vocación: No se veía nada bien en aquellos tiempos que un noble se dedicase a actividades consideradas serviles. Por eso sus primeras composiciones fueron firmadas con seudónimo.
En 1586 se casó con María d´Avalos, hija del marqués de Pescara.
Pero el matrimonio no llegó a buen puerto porque pocos años después, en 1590, la duda sobre unos posibles cuernos hizo que terminase en tragedia.
Sospechando la infidelidad de su joven esposa, Gesualdo decidió utilizar el viejo truco de "me voy de viaje unos días" para tenderle una trampa. Astuto, antes de marcharse inutilizó la cerradura de la habitación de su mujer, y se marchó dejándola en la confianza de su ausencia. Al poco tiempo regresó de improviso, en medio de la noche, irrumpió en su dormitorio y encontró allí lo que temía: a su mujer retozando en brazos de su amante, el fogoso duque de Andría.
Como en los mejores folletines, el engañado decidió reparar su honor matando a ambos in situ.
A partir de tan amargo momento -y es de suponer que también por otros motivos ajenos al incidente- decidió dedicarse son tapujos y plenamente a su pasión musical en su villa de Gesualdo.
El mismo año de su casamiento publicó sus dos primeros libros de madrigales y en años sucesivos vieron la luz los libros tercero y cuarto. En esta época de su vida Gesualdo realizó numerosos viajes por diversas ciudades italianas y entró en contacto con las diferentes escuelas musicales que se estaban desarrollando en ellas. Sus obras, complejas y novedosas, le otorgaron mucha consideración entre sus coetáneos (aunque una consideración no exenta de controversia).
En 1596 Gesualdo regreso a su castillo con intención de crear allí una peculiar corte musical, pero su creciente hipocondría le llevó a aislarse cada vez más, quedando en nada su peculiar proyecto cortesano. Sin embargo no dejó de componer.
En 1603 vieron la luz dos libros de canciones sacras. En 1611 se convirtió en propietario de su propia casa impresora y en ella editó sus dos últimos libros de madrigales.
Hechos tan luctuosos lo retiraron todavía más del mundo, influyeron en que se dedicase exclusivamente a su música y, probablemente, también, contribuyeron a acentuar su inestabilidad psíquica.
La música de Gesualdo despertó mucha polémica en su época (y de hecho aun sigue despertándola). Es una música difícil, llena de innovaciones armónicas y de una gran complejidad contrapuntística.
Todo ello hace que haya que "acostumbrar" al oído y que haya que hacer cierto esfuerzo para disfrutar de la misma.
El vídeo mostrado corresponde al grupo La Venexiana.
https://www.youtube.com/watch?v=WkvdGdQJR6c
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