miércoles, 27 de julio de 2022

La obra provocadora/Sección adultos (61): Andrey Surnov (Rusia, 1983).

 Esta sección puede considerarse propia de mentalidades ADULTAS, pero, si a pesar de ello, le molesta la exhibición del cuerpo humano desnudo o en situaciones de erotismo explícito, por favor, opte por mirar otras secciones más adecuadas a sus intereses personales. Muchas gracias.

    Esta sección del blog contiene material para adultos, por lo tanto, si eres menor de edad, por favor, cierra la ventana.
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Andrey Surnov nació en Moscú (Rusia) en 1983.
Experto en diseño gráfico, ha trabajado para grandes empresas responsabilizándose de las cuestiones relacionadas con el diseño, ya fuese la creación de stands de exposiciones o la ilustración de libros y juegos.
Desde 2019, y gracias al éxito de sus creaciones, se dedica de forma exclusiva a sus proyectos creativos.
Aunque su obra es amplia y diversa, mostramos aquí, acorde al tema de la sección, algunos de sus desnudos: rotundos y poderosos en el caso de las féminas, densos y oscuros en el caso de los hombres.



































Todas las imágenes y/o vídeos que se muestran corresponden al artista o artistas referenciados.
Su exposición en este blog pretende ser un homenaje y una contribución a la difusión de obras dignas de reconocimiento cultural, sin ninguna merma a los derechos que correspondan a sus legítimos propietarios.
En ningún caso hay en este blog interés económico directo ni indirecto.
 Javier Nebot

jueves, 21 de julio de 2022

Opinión personal (101): La Edad Media en el cine (13). La lucha por el poder: "Becket" (1964).

 "Becket" (Peter Glenville, 1962), cuyos protagonistas principales son Enrique II Plantagenet  (interpretado, al igual que en el "León en invierno" que vimos en el post anterior, por Peter O´toole) y Tomás Becket (Richard Burton), se puede enmarcar dentro del tipo de cine histórico británico de calidad que, por aquellos años, se puso de moda con pretensiones revisionistas  y produjo películas tan excelentes como "Ana de los mil días" (Charles Jarrot, 1969) y "Un hombre para la eternidad" (Fred Zinnemann, 1966).

Becket (1964) - FilmAffinity

(2791) Becket (1964) ORIGINAL TRAILER [HD 1080p] - YouTube

Ana de los mil días (1969) - FilmAffinity

(2791) "Ana de los mil días" - (Anne of the Thousand Days) - Trailer - (VO) - YouTube

(2791) 07 / Un hombre para la eternidad 1968 LEY MORAL vs LEY CIVIL - YouTube

Un hombre para la eternidad (1966) - FilmAffinity

Todas estas películas, aparte de su afán por revisitar la historia con ojos más críticos y menos legendarios de lo que se había hecho hasta el momento, tienen en común su origen teatral, lo que explica, en general, el peso específico que se otorga al análisis psicológico de los protagonistas y también la calidad de sus diálogos. 

Es verdad que la sensación de ver, en algunos momentos, teatro filmado no es que sea precisamente un plus cinematográfico, pero la densidad argumental y el cuidado de la puesta en escena y la ambientación compensan su visionado. Todas estas circunstancias alejan a estos largometrajes de la tónica vigente en la actualidad. Apenas hay escenas de exterior y priman la intimidad y el juego dialectico sobre la espectacularidad o la agilidad de la acción. Además todas ellas se centraron en un bloque temático principal: la reflexión en torno al poder, aspecto esencial de la realidad política que hoy en día se reduce, en demasiadas ocasiones, a la visceralidad y al descontrol emocional.


En “Becket”, su guionista, Edward Anhalt, se basó en la obra “Becket ou l´Honneur de Dieu” de Jean Anouilh y mantuvo la idea principal de la misma, la santidad de su protagonista.
 Santidad que se manifestó, sobre todo, a la hora de mantener los derechos de la Iglesia en Inglaterra en una época en la que el enfrentamiento entre la Iglesia y las monarquías empezaba a ser notorio y complejo. 


La evolución del sistema feudal hacia una configuración del estado centrado en el poder de la realeza hizo que los pulsos entre las grandes entidades que detentaban el poder hasta ese momento (aristocracia e Iglesia) fuesen muchas veces duros, cuando no claramente violentos. 
Los soberanos no podían permitirse el lujo de tener un estado en paralelo dentro de sus reinos y resultó necesario arbitrar medidas para controlar y someter a todos los que desafiaban el poder de la Corona. Enrique II, amigo personal de Becket, le nombró primero canciller y después arzobispo de Canterbury (1162) -y por lo tanto la cabeza visible de la iglesia de Inglaterra- con idea de imponer las constituciones de Clarendon (1164) (1).
La jugada no salió exactamente como esperaba el rey ya que el nuevo arzobispo asumió su cargo con gran fe y convencimiento y discutió a la Corona la eliminación de las exenciones de las iglesias y monasterios así como la exigencia de contribuir económicamente a las campañas militares en las que se viese inmerso el reino. 


Esa actitud beligerante supuso un pulso inasumible para Enrique que ordenó su asesinato o así lo entendieron cuatro caballeros anglonormandos, Reginald Fitzurse, Hugo de Morville, William de Tracy y Richard Brito que pasaron a la acción y convirtieron a Becket en Santo Tomás Becket, mártir de la Iglesia.  


El asesinato de Becket tuvo una enorme repercusión en toda la Cristiandad. 
El papa Alejandro III no desaprovechó la coyuntura para atraer el ascua a su sardina y le nombró santo con una celeridad inusual, apenas tres años después de su muerte. 
Enrique II tuvo que asumir parte de su responsabilidad e hizo penitencia pública ante la tumba de su enemigo (y antes querido amigo). 
Durante mucho tiempo dicha tumba se convirtió en un importante lugar de peregrinación…aunque unos siglos después sería destruida cuando un Tudor, Enrique VIII, el segundo de su casa, enfrentado de forma más efectiva a la Iglesia, ordenó la disolución definitiva de los monasterios (1538-1541).





Próxima entrada: 22 de agosto del 2022

Entradas anteriores:






Opinión personal (95)

Opinión personal (96).

Opinión personal (97).

Opinión personal (98).

Opinión personal (99).

Opinion personal (100).

Todas las imágenes y/o vídeos que se muestran  corresponden al artista o artistas referenciados.
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Texto: Javier Nebot

sábado, 16 de julio de 2022

Lugares (76): Marsella. Francia.

 Marsella es, después de París, la mayor ciudad francesa por número de habitantes (860.000 aprox., 1.600.000 si consideramos la Gran Marsella). Se trata de una urbe que posee -sin duda- suficientes atractivos como para que apetezca visitarla (a pesar de que ciertas zonas de su casco urbano estén en franco y lamentable deterioro). 

Además, su ubicación la convierte en una excelente base para acercarse a otros enclaves cercanos como Cassis, L´Isle-sur-la-Sorge, Aix-en-Provence o, incluso, Cannes y St. Paul de Vence.

Marsella Provenza francesa (la-provenza.es)

Marsella Turismo - La guía turística de referencia! | MarseilleTourisme.fr


Marsella que cuenta, como es bien sabido, con un magnifico puerto, ha estado habitada ininterrumpidamente, gracias a su posición privilegiada, durante más de 26 siglos (¡que se dice pronto!).
La ciudad ha experimentando, lógicamente, todo tipo de transformaciones, pero las huellas de parte de su pasado todavía pueden admirarse hoy en día.




Entre los lugares a visitar, y sin olvidar el imprescindible y necesario callejeo, cabe destacar:
-Vieille Charité, uno de los más hermosos edificios del Casco Antiguo, diseñado por Pierre Puget (1620-1694), arquitecto de Luis XIV. 
Lo que en su momento se construyó para alojar a inmigrantes rurales, acoge hoy en día exposiciones y actividades culturales de lo más diverso.

-Catedral de la Major. Edificio neobizantino de 1893.
En su cripta están enterrados los obispos de Marsella. 
Al lado de esta catedral se conserva la "Ancienne Cathédrale de la Major", del siglo XI. Para bien o para mal, cuando se construyó la nueva catedral tuvieron que sacrificar gran parte de la antigua.






-Musée des Docks Romains. Cuando se realizaron las obras de reconstrucción del puerto, después de la Segunda Guerra Mundial, se encontraron las ruinas de los antiguos muelles romanos. En el Museo que se creó para exhibir los hallazgos, se exponen tinajas para vino, aceite y cereales, entre otros elementos de aquella lejana -y gloriosa- época.


-Musée du Vieux Marseille,  un museo de la historia de la ciudad, instalado en la Maison Diamantée, del siglo XVI. Conserva muebles provenzales del siglo XVIII, enseres domésticos y decorativos y una interesante colección de "santons"




-Musée d´Historie de Marseille, que se encuentra en el centro comercial Centre Bourse y en el que se pueden ver reproducciones de la ciudad en su época griega.




-El Museo de las civilizaciones del Europa y del Mediterráneo, MuCEM.








-Abbaye de St-Víctor. Una basílica situada entre Notre Dame y el puerto.


-La zona comercial situada junto al puerto, muy bien habilitada, conocida como The Docks Village.






-Por descontado, es de rigor el ya mencionado más arriba callejeo por las zonas más antiguas de la ciudad, que permite el descubrimiento de lugares con sabor y encanto.










Y para rematar la visita nada como dar una vuelta en barco por la isla de If  (en donde se supone que estuvo prisionero el legendario Conde de Montecristo) y Les Calenques, la extraordinaria costa que va de Marsella a Cassis.



















Texto y fotos: Javier Nebot.