viernes, 3 de enero de 2020

Lugares (47): Liverpool (1). Inglaterra.

Liverpool es conocida mundialmente como la ciudad de los Beatles, pero no es ese, desde luego, su único atractivo.
Aparte de excelentes oportunidades para el callejeo -algo imprescindible ya que permite tomar el pulso al tipo de vida de una ciudad- Liverpool cuenta, desde mi punto de vista, con dos instituciones artísticas claves:
la Walker Art Gallery y la Tate Gallery Liverpool.
De la primera daré cumplida cuenta en la siguiente entrada dedicada a esta ciudad, de la segunda -lamentablemente- solo podré hablar, más allá de algún breve comentario, en otra oportunidad ya que debido a la dinámica del viaje no tuve ocasión para visitarla ni recabar, por lo tanto, información personal de la misma.
Ademas de estos dos excelentes museos, la ciudad cuenta -también, entre otras cosas- con la segunda catedral anglicana más grande del mundo (parece que el honor de ser la primera corresponde a la iglesia de Saint John the Divine, de Nueva York).

En el puerto de  Liverpool no podía faltar un homenaje -más bien simbólico- al Submarino amarillo.
Aunque los vestigios de asentamientos en lo que hoy es Liverpool se remontan a tiempos tan pretéritos como el siglo I, fue en 1207 cuando Livpul, una pequeña aldea de pescadores, obtuvo un fuero del rey Juan (en el 2007 festejó, pues, su 800 aniversario).
Durante cientos de años el enclave creció muy poco (se estima que en la época de los Estuardo la población rondaría los 1000 habitantes), pero durante los siglos XVII y XVIII la ciudad se desarrolló enormemente debido al auge económico que propició el deleznable comercio de esclavos (algo parecido a lo que sucedió en Nantes y en otras ciudades portuarias europeas).
Los primeros muelles se abrieron en 1715 y con el tiempo se fueron extendiendo a lo largo de varios kilómetros a lo largo del estuario del Mersey.
Desde Liverpool zarpó en 1840 el primer trasatlántico; en sus puertos se embarcaron hacia el Nuevo Mundo miles de emigrantes (especialmente irlandeses que huían del hambre causada en su país por las malas cosechas de patatas).
Al igual que muchas ciudades europeas, Liverpool experimentó sucesivas crisis económicas y sociales y luchó por superarlas de la mejor manera posible. En los sesenta, la aparición de un grupo musical pop, The Beatles, colocó de nuevo a la ciudad en el "mapa del mundo".
Pero Liverpool no vive hoy del recuerdo de pasadas glorias y da claras muestras de vitalidad en los más diversos ámbitos, desde la música clásica -con su orquesta la Liverpool Philarmonic- hasta el fútbol o la Universidad (https://www.liverpool.ac.uk/).









Barrio chino de Liverpool.
Las casas de tradicional estilo decimonónico abundan en la ciudad.
Gran Catedral de Liverpool.
Una catedral enorme, construida en un conseguido estilo neo-gótico.
Fue iniciada en 1904, pero como suele pasar en obras de tal magnitud, se finalizó muchos años después, en 1978, cuando ya habían transcurrido dieciocho años desde la muerte del arquitecto que la diseñó.

Construida con una llamativa piedra arenisca roja, la Catedral  alcanza una altura de 101 metros y una longitud de 189 metros. A muy pocos metros de la misma se encuentran los jardines de St James, en donde se encuentra el cementerio.


Sir Gilbert Scott fue el arquitecto que construyó el monumental edificio.







De un templo sagrado, a uno mucho más frívolo y mundano: El Gran Central hall.
https://www.facebook.com/LiverpoolGrandCentralhall/
https://www.ents24.com/liverpool-events/grand-central-hall



Entrada al Grand Central Hall
Estación de tren de Lime Street.

Texto y fotos: Javier Nebot.

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