Una amarga parábola la de Bertrand Tavernier, aunque con una extraordinaria visión de futuro porque, visto lo que que se ve hoy en día en televisiones y esperpentos varios, parece más una profecía auto-cumplida que una película de mera anticipación.
La muerte como espectáculo. El morbo del sufrimiento ajeno, narrado -claro- con emoción y densidad para atraer a surfeadores de la emocianlidad ajena.
Hace ya mucho tiempo que comercializamos, sin ningún pudor y mucho menos escrúpulos, sexo, emociones, penurias, dramas familiares y, realmente, poco falta para que los medios conviertan la muerte en un espectáculo más en honor de la tele-basura y como herramienta válida para sacar rentabilidades y poner en "nichos" de mercado, a personalidades que difícilmente se ganarían la vida de otra manera. Todo a costa de duelos y desgracias ajenas.
Total....¿una obscenidad más que importa en estos tiempos posmodernos y relativistas, amantes del todo vale?
Dirección: Bertrand Tavernier.
Música: Antoine Duhamel.
Guión: Bertrand Tavernier y David Rayfield.
Intérpretes: Romy Schneider, Harvey Keitel, Harry Dean Stanton, Max von Sydow.
https://www.filmaffinity.com/es/film769074.html
https://www.youtube.com/watch?v=Vli-yS4V6YQ&t=39s
https://www.youtube.com/watch?v=UmZs8uj8ldQ
https://www.youtube.com/watch?v=6i1MMZMZuy4
Entrada revisada a 24-04-2020.
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