"Su vida era idílica, gozaban de la unión
incondicional de los hermanos que también son amigos. Los Caillebotte lo
tenían todo y además sabían sacar provecho artístico a su situación
privilegiada. En el colmo de las suertes vivieron una época histórica de
esplendor: la Francia del siglo XIX, de vida cultural intensa, prosperidad
económica y avances tecnológicos, cuando el país se retrataba con los colores
suaves y las pinceladas benévolas del mejor impresionismo (Degas, Cézanne o
Renoir).
Los Caillebotte eran hijos de un empresario que
fabricaba camas para el ejército. A su muerte en 1874 dejó una gran fortuna a
los tres hijos. Gustave (1848-1894) se
convirtió en el más famoso. Aprovechó el desahogo económico para dedicarse
por completo a la pintura y pronto se convirtió en una referencia del
impresionismo.
Su hermano Martial
(1853-1910) empezó a componer música
para piano y de temática religiosa, pero al poco tiempo descubrió en la
fotografía su gran amor.”
"Hermano de Gustave
Caillebotte, el famoso pintor impresionista, e hijo de Martial
Caillebotte (1799-1874), provenía de una rica familia burguesa que poseía un
próspero negocio de comercio de telas para los ejércitos.
En 1860, su padre adquirió una propiedad de
vacaciones en Yerres,
donde la familia pasaba los veranos. En 1867, la familia se mudó a una mansión
construida por su padre en la esquina de las calles de
Miromesnil y Lisboa.
Martial Caillebotte estudió piano y composición
en el Conservatorio de
París y fue alumno de Antoine François Marmontel para piano
y de Théodore
Dubois para armonía.
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