Prato (186.000 hab. aprox) es otra interesante población toscana, muy cercana a Florencia.
Se accede a ella con mucha facilidad ya que el tren, desde la estación de Santa María Novella, no tarda más de veinticinco minutos y, además, resulta muy barato (cuesta, más o menos, unos seis euros ida y vuelta).
Lo más interesante para el visitante se encuentra en su núcleo histórico ya que en este como es lógico y habitual se concentran la mayoría de las iglesias y monumentos de la villa.
Se accede a ella con mucha facilidad ya que el tren, desde la estación de Santa María Novella, no tarda más de veinticinco minutos y, además, resulta muy barato (cuesta, más o menos, unos seis euros ida y vuelta).
Lo más interesante para el visitante se encuentra en su núcleo histórico ya que en este como es lógico y habitual se concentran la mayoría de las iglesias y monumentos de la villa.
Realizamos nuestra visita en sábado y debido a ello se respiraba un aire especialmente festivo en el ambiente, las calles estaban bastante más animadas de lo habitual y el paisanaje disfrutaba del buen tiempo y del shopping de fin de semana. También -curiosamente- las iglesias visitadas estaban repletas de feligreses (me llamó la atención porque no era domingo); la excepción fue -quizás- el Duomo en donde la única presencia era la de los turistas.
La fortaleza de Santa Bárbara o Castillo del emperador es uno de los primeros monumentos con los que se tropieza el visitante cuando se entra en la ciudad atravesando la Piazza de San Marco.
Se trata de una recia fortaleza medieval que construyó Federico II de Suabia a mediados del siglo XIII para defender los interesantes imperiales frente a los papistas (ya saben: ¡guelfos y gibelinos en plan montescos y capuletos durante muchas décadas!).
Bien conservada, se utiliza en la actualidad para menesteres menos combativos, especialmente para actividades culturales y de esparcimiento.
En el preciso momento de la visita albergaba esculturas de terracota y madera de Salvatore Cipolla
Palacio Pretorio y Museo Cívico.
Sta María delle Carceri.
Iglesia de San Francisco.
Interior de Sta. Mª delle Carceri.
Duomo de Prato.
El duomo preside la plaza del mismo nombre y está dedicado a San Esteban.
Ha experimentado a través de los siglos sucesivas transformaciones pero conserva la estructura propia del siglo XII y la característica decoración de mármoles bicolores alternos (blanco y verde).
Tiene el honor de poseer una reliquia sumamente venerada: el cinturón -cíngulo- de la virgen María, que parece llegó a Prato en 1141 y se alberga en una capilla construida ex profeso.
Destaca, por lo inusual, el púlpito externo que construyó Michelozzo y que decoró con hermosas esculturas Donatello (las "verdaderas" esculturas se conservan dentro del museo diocesano).
Desde él se exhibía ante las masas, en determinadas festividades, el famoso cinturón.
Personalmente, y sin desmerecer al edificio -que me pareció una muy bella construcción tardogótica-, me interesaron mucho los excelentes frescos de Fra Filippo Lippi pintor que, junto con D. Ghirlandaio, es capaz de despertar mis más profundos fervores artísticos.
Las historias de San Esteban y de San Juan Bautista pintadas por él cubren totalmente las paredes de la capella Maggiore.
http://www.po-net.prato.it/artestoria/it/?act=i&fid=1484&id=20070726114420060
El crucifijo de bronce que preside el altar es obra de Ferdinando Tacca (1653)
Esculturas de Donatello para el púlpito externo, protegidas hoy en el interior del Museo Diocesano.
Caja de orfebrería y tallas de marfil que contuvo el cinturón de las Virgen.
Anunciación atribuida a Lorenzo di Niccoló.
El Museo diocesano contiene diversas obras de interés.
En el Museo del Palazzo Pretorio pudimos disfrutar en el momento de la visita de una interesante exposición sobre el arte etrusco de la zona.
"L´ombra degli Etruschi"
Para los que consideran excesivamente "culturetas" estas entradas: en Prato hay comercios bastante interesantes, zapaterías no/chinas (chinas también) más que curiosas, restaurantes de distinto nivel pero algunos buenos/bonitos/y baratos y, desde luego, se puede pasear con gusto por sus calles (aunque mi consejo es que, si puede, lo haga a partir de las seis de la tarde porque como haga un poco de calor.... las horas del mediodía son mortales).
El duomo preside la plaza del mismo nombre y está dedicado a San Esteban.
Ha experimentado a través de los siglos sucesivas transformaciones pero conserva la estructura propia del siglo XII y la característica decoración de mármoles bicolores alternos (blanco y verde).
Tiene el honor de poseer una reliquia sumamente venerada: el cinturón -cíngulo- de la virgen María, que parece llegó a Prato en 1141 y se alberga en una capilla construida ex profeso.
Destaca, por lo inusual, el púlpito externo que construyó Michelozzo y que decoró con hermosas esculturas Donatello (las "verdaderas" esculturas se conservan dentro del museo diocesano).
Desde él se exhibía ante las masas, en determinadas festividades, el famoso cinturón.
Las historias de San Esteban y de San Juan Bautista pintadas por él cubren totalmente las paredes de la capella Maggiore.
En el Museo del Palazzo Pretorio pudimos disfrutar en el momento de la visita de una interesante exposición sobre el arte etrusco de la zona.
"L´ombra degli Etruschi"
Todas las imágenes y/o vídeos que se muestran
corresponden al artista o artistas referenciados.
Su exposición en este blog pretende ser un homenaje y
una contribución a la difusión de obras dignas de
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Javier
Nebot
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