viernes, 8 de diciembre de 2017

Micro-desahogos (1): Directamente mentiras.

Escucho, en un popular programa de Antena-3, a la periodista Julia Otero decir que la "posverdad es directamente igual a mentira".
Con matices pienso que, lamentablemente, su afirmación es cierta.
Lo que nació con un envidiable espíritu crítico y un afán cuestionador de "verdades" monolíticas (y a veces realmente muy opresivas) se ha convertido, con el paso de los años, en una forma de relativizar absolutamente todo, pero siempre de manera que convenga a los intereses particulares de cada uno (ya sea un individuo o un colectivo).


La cuestión, probablemente, sería más o menos anecdótica si se limitase a las conversaciones típicas de taberna o a las de círculos relajados (privados) en donde la trivialidad es la norma. 
Sin embargo no es así: en nombre de ese constructo melifluo que se llama "lo políticamente correcto" se escuchan a diestro y siniestro todo tipo de memeces avaladas en demasiadas ocasiones con el criterio último de "es mi opinión" (sin ninguna contrastación o expresión clara y razonable de como se ha llegado a ella o sobre qué argumentos se ha construido la misma) o, lo que todavía es peor, en nombre de que es "lo que yo siento" (como si una emoción fuese, por si sola, un tribunal de última instancia en donde cualquier apelación fuese de por sí nula e innecesaria).


Triste panorama el que vemos porque -llevado al extremo- imposibilita de todo punto el entendimiento. Un entendimiento que tantos reclaman hoy sobre tantísimas cosas, pero que muy pocos realmente quieren alegando "idiomas" diferentes (lo emocional pocas veces casa bien con lo racional, aunque no deberían auto-anularse). Son muchos los que optan por atrincherarse en posturas numantinas que vendiendo una imagen de "duros" negociadores en los medios de comunicación (que suelen gustar de trazo grueso para aumentar sus audiencias) y que, además, suelen triunfar en la batallas radicales que se libran en las redes: Allí la posverdad y sus acólitos gana en muchas ocasiones, aunque se caiga en la seguridad fanática del que nada quiere (ni puede) cuestionarse
Una pena.
Confío, sinceramente, que en esa batalla ya arquetípica de la luz contra la oscuridad, de la verdad contra la mentira, triunfe el honesto y no el falso, aquel que sea capaz de argumentar mejor (sumar razones, incluyendo también una sensibilidad fina) y aquellos que sean capaces de sumar esfuerzos y crear sanas conciliaciones. Confío también en que no triunfe el canto de sirena de los empecinados; que argumentos tan poco sutiles como "lo que me sale de los huevos (o del coño, que haberlas haylas), sean desbancados definitivamente, ya que quienes argumentan con tanta sutiliza, suelen tender peligrosamente a la imposición mucho más que al convencimiento.


Ojalá triunfe el que busque realmente puntos de encuentros y no el que se agarra como un clavo ardiendo a la sempiterna táctica dialéctica de fomentar la contradicción y el enfrentamiento creando polarizaciones radicales e irreconciliables y demonizando por sistema a los diferentes o los discrepante (aunque se le llene la boca de lenguaje igualitario y diverso).
Todas las imágenes y/o vídeos que se muestran  corresponden al artista o artistas referenciados.
Su exposición en este blog pretende ser un homenaje y una contribución a la difusión de obras dignas de reconocimiento cultural, sin ninguna merma a los derechos que correspondan a sus legítimos propietarios.
En ningún caso hay en este blog interés económico directo ni indirecto.
Texto: Javier Nebot

(Texto revisado y actualizado a 21-05-22).

Sugerencias:
-Textos imprescindibles:
-"Una herencia incómoda". Nicholas Wade. Ariel. Booklet ciencia. 2015.
-"El asedio a la modernidad". Juan José Sebreli. Debate. 2013.
-Textos a tener en cuenta:
-"El miedo al conocimiento". Paul Boghossian. Alianza Editorial. 2012.
-"Crónicas de la ultramodernidad". José Antonio Marina. Anagrama. 2000.
-"La posmodernidad". J. Habermas, J. Baudrillard, E. Said, F. Jameson y otros. Kairós. 2015.
-"Filosofía para desencantados". Leonardo da Jandra. Atalanta, 2016.

2 comentarios:

  1. ¿Micro-desahogos?
    ¡Qué envidia tengo de tu Blog! Soy incapaz de expresarme así aunque piense lo mismo que tú, y es que sabes reflexionar y esquematizar. Lo ordenas como una concatenación de pensamientos e ideas bonitas y estudiadas con una inverosímil pulcritud. Yo no y lo siento mucho, Javier. Un abrazo.

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