sábado, 17 de noviembre de 2018

Momentos de cine (101): Una habitación con vistas (1985).

La hermosa aria  "O mío bambino caro" de la ópera de Puccini Gianni Schiccihi acompaña -musicalmente- los títulos de crédito de Una habitación con vistas (A room with a view, Gran Bretaña, 1986). 
La historia de amor de dicha ópera (la heroína suplica a su padre que la deje casarse con su enamorado o de lo contrario se tirará a las aguas del Arno, muy italiana fogosa ella) parece inspirar las tensiones emocionales que nos muestra la película aunque, claro, los ingleses son "otra cosa" y las veleidades amorosas de Lucy Honeychurch no parecen que sean capaces de llegar al indecoroso drama: ser inglesa implica cierta flema, aunque una se pueda desmayar (aristocráticamente) ante la contemplación de la belleza.
El film de James Ivory ilustra perfectamente la novela homónima de E. M. Forster.
Los actores, todos impecables, dan cumplida vida a unos personajes que, especialmente algunos, parecen que van a morirse de un momento a otro de puro encorsetamiento (vean si no a el prometido de Miss Lucy, genialmente interpretado por Daniel Day-Lewis, anticipándose al Newland Archer que protagonizará en La edad de la inocencia, aunque aquí el personaje que interpreta adquiere un tono algo patético y estúpido que no se ve en el libro)
La ambientación, la recreación de la atmósfera de la época -nada baladí en este tipo de films- es más que notoria. Ivory tiene un ojo perfecto para situar la acción en el lugar preciso y un excelente instinto para dotar a la historia de cierto brío aunque éste nunca parecerá suficiente para muchos espectadores de hoy que están acostumbrados al torbellino de imágenes del cine norteamericano de consumo.
 Una habitación con vistas es un film que aun sin ser una "obra maestra" (y aparte de las cualidades ya mencionadas), refleja muy bien el choque de mentalidades opuestas, las ansias de libertad de algunos personajes versus las ataduras al convencionalismo -cadenas- de otros. 
El descubrimiento de la ¿pasión? como motor de cambios. 
En toda la película se trasluce de manera fina una mirada irónica sobre las situaciones y  los personajes. Éstos, incluso aunque no lo sepan, desean cambiar e Italia parece ser siempre un buen catalizador.

Dirección: James Ivory.
Guión: Ruth Prawer Jhabvala sobre la novela de Forster.
Fotografía: Tony Pierce-Roberts.
Música: Richard Robbins.
Intérpretes: Helena Bonham-Carter, Maggie Smith, Julian Sands, Daniel Day-Lewis, Judi Dench.

















      Todas las imágenes y/o vídeos que se muestran  corresponden al artista o artistas referenciados.
Su exposición en este blog pretende ser un homenaje y una contribución a la difusión de obras dignas de reconocimiento cultural, sin ninguna merma a los derechos que correspondan a sus legítimos propietarios.
En ningún caso hay en este blog interés económico directo ni indirecto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario