Ucello plasmó en este lienzo su visión de la batalla de San Romano, que tuvo lugar entre Florencia y Siena en 1432. En ella los florentinos sudaron lo suyo para resistir los duros embates del ejército sienés pero, finalmente, consiguieron vencerlos. Ucello quiso plasmar en su pintura esta épica victoria con su personal estilo, a medio camino entre el último gótico y el renacimiento.
Utiliza la perspectiva lineal para dar profundidad a la escena, colocando las figuras del fondo proporcionalmente pequeñas para crear de esta forma la sensación de espacio y distancia.
La habilidad con que coloca las lanzas en el cuadro, tanto las que se mantienen en alto como las que están por los suelos, contribuye a dar una sensación de potente dinamismo a la acción que nos narra.
Sobresale de forma espectacular la poderosa imagen de un caballero montado en un espectacular caballo blanco y luciendo un llamativo turbante de colores rojizos. Se trata de Nicoló da Maurizi da Tolentino, un condottiero que se convirtió en un verdadero héroe después de ganar la batalla.
El panel que podemos admirar en la National Gallery de Londres es uno de los tres que Ucello pintó con el mismo tema. los otros dos se encuentran en los Ufizzi (Florencia) y en el Louvre (París).
Todos ellos fueron encargados por la familia Bartolini Salimbeni y pronto fueron objeto de deseo de poderosos como los Médici.
Temple sobre tela. 181,6 x 320 cm.
Texto y fotos: Javier Nebot
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