Henry Purcell (1659-1695) ya ha sido objeto de atención en este blog y, muy probablemente, debido a su música extraordinaria, lo seguirá siendo en próximas ocasiones.
Purcell no fue solo uno de los principales músicos ingleses de su época, sino una de las figuras más notables de la Europa Barroca. Estaba profundamente dotado para la música escénica (aunque obviamente destacó también en otros campos), pero en la convulsa Inglaterra de Cromwell no abundaban las salas de espectáculos y eso influyó en que su producción escénica fuese muy limitada: Solo escribió una opera, Dido and Aeneas (1689).
Afortunadamente si escribió (aunque murió muy joven, a los 36 años) otras muchas obras, obras que todavía hoy suscitan admiración y deleite.
En la obra de Purcell se puede observar la cohabitación de tres estilos musicales diferentes:
Por un lado, el maestro inglés recogió la herencia de la música tradicional inglesa, por otro se formó como estudiante en los gustos franceses impuestos por Carlos II el ser restaurado en el trono de Inglaterra y, algo más tarde, hacia 1680, conoció y sumió las nuevas tendencias y géneros que Italia estaba imponiendo en Inglaterra. Esta particular simbiosis y su genio particular hicieron de él uno de los compositores barrocos más interesantes y valorados. Entre sus obras podemos encontrar fantasias para viola de gamba, varias piezas para teclado dispuestas a modo de suites, los full anthems (motetes para conjunto vocal), los verse anthems, género en el que se alternaban solistas, coro y violines, y -como buen creador de bellas melodías- muchas canciones, aparte de la ópera mencionada un poco más arriba.
También un género exclusivamente inglés, la semiópera: drama hablado con extensos episodios musicales. Los títulos más conocidos de estas semióperas son Dioclesian, King Arthur, The fairy Queen (basada en El sueño de una noche de verano), The Indian queen y The tempest.
Todas las imágenes y/o vídeos que se muestran corresponden a los artistas referenciados.
Su exposición en este blog pretende ser un homenaje y una contribución a la difusión de obras dignas de reconocimiento cultural, sin ninguna merma a los derechos que correspondan a sus legítimos propietarios.
En ningún caso hay en este blog y en ninguna de sus entradas, interés económico directo ni indirecto.
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