Arthur De Greef fue una de las figuras más singulares y refinadas de la vida musical belga de finales del siglo XIX y comienzos del XX.
Pianista de prestigio internacional, compositor de estilo lírico y pedagogo de notable influencia, su carrera se desarrolló entre la tradición romántica heredada de Liszt y Chopin y la sensibilidad impresionista y moderna de su tiempo. Su nombre quedó parcialmente eclipsado por el auge de otros intérpretes y compositores de su generación que tuvieron un éxito desmesurado, pero su trayectoria revela un músico de notable profundidad, rigor técnico y gusto poético.
Nació en Bruselas el 10 de octubre de 1862, en el seno de una familia cultivada que favoreció su temprana inclinación por la música. Ingresó siendo aún niño en el Conservatorio de Bruselas, donde tuvo como maestros a Louis Brassin en piano y a François-Auguste Gevaert en composición.
Louis Brassin - Wikipedia, la enciclopedia libre
François-Auguste Gevaert - Wikipedia, la enciclopedia libre
Su talento precoz le valió varias distinciones académicas, entre ellas el Primer Premio de Piano en 1879, con apenas diecisiete años. Poco después, y por recomendación de sus profesores, viajó a Alemania para estudiar con Franz Liszt, quien reconoció en él una musicalidad “sin artificio, noble y pura”.
La influencia de Liszt fue decisiva, no tanto por el virtuosismo exterior como por la comprensión del piano como instrumento orquestal y expresivo. De Greef absorbió de su maestro el sentido de la arquitectura sonora, la libertad del fraseo y el respeto por el texto musical. Tras su paso por Weimar, regresó a Bruselas convertido en un pianista maduro y comenzó una larga carrera internacional que lo llevó a tocar con las principales orquestas europeas y americanas.
En la década de 1890 fue considerado uno de los intérpretes más destacados de su generación, comparado en ocasiones con Paderewski o Emil Sauer.
Mantuvo una amistad cercana con Edvard Grieg, quien lo calificó como “el mejor intérprete de mi música que haya escuchado”. De hecho, Grieg le dedicó palabras de admiración pública tras oírle ejecutar su Concierto para piano en la menor, que De Greef incorporó a su repertorio habitual y del cual dejó una de las grabaciones históricas más tempranas. También se destacó como intérprete de Chopin, Liszt, Schumann y Saint-Saëns, y fue el primer pianista belga en difundir ampliamente el repertorio de Brahms y Rachmaninov.
Arthur De Greef (1862-1940) & Landon Ronald (1873-1938): Saint-Saëns, Grieg & Liszt (R.1922-’28)
Junto a su carrera pianística, De Greef desarrolló una importante actividad como compositor, aunque su catálogo es relativamente reducido. Su estilo, anclado en la tradición romántica, revela una escritura pianística fluida, equilibrada y rica en color.
Las obras más significativas incluyen dos Conciertos para piano y orquesta (el primero en C mayor, op. 15, de 1897, y el segundo en B menor, op. 46, completado hacia 1917), varias Rapsodias sinfónicas, una Suite pour orchestre, la Sinfonía en re mayor, piezas de cámara y un abundante repertorio pianístico (estudios, nocturnos, valses, preludios y una extensa serie de transcripciones).
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El Primer Concierto para piano, en particular, gozó de cierta popularidad en vida del autor: fue interpretado en ciudades como Londres, París, Berlín y Ámsterdam, y grabado posteriormente por él mismo para la casa Columbia en la década de 1930.
En esta obra, de inspiración clásica y carácter luminoso, se aprecia la herencia de Liszt y Saint-Saëns, pero también un lirismo melódico típicamente francófono, con episodios de gran delicadeza.
El Segundo Concierto, más ambicioso y armónicamente avanzado, refleja ya la influencia de Franck y de los compositores impresionistas franceses, aunque sin perder el equilibrio formal.
A lo largo de su vida, De Greef mantuvo una intensa actividad docente. Fue profesor en el Conservatorio de Bruselas, donde formó a una generación de pianistas belgas y extranjeros. Entre sus discípulos se cuentan intérpretes de renombre en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial, lo que consolidó su influencia dentro de la escuela pianística belga.
En el ámbito personal, De Greef fue descrito por sus contemporáneos como un hombre discreto, de temperamento sereno y espíritu culto. Prefería el estudio y la reflexión al exhibicionismo técnico, lo cual se reflejaba tanto en su interpretación como en su escritura. Su repertorio, que abarcaba desde Bach hasta los compositores contemporáneos de su tiempo, se distinguía por la claridad del fraseo y la ausencia de afectación.
Su prestigio le valió numerosas distinciones: fue miembro de la Real Academia de Bélgica, oficial de la Legión de Honor francesa y condecorado con la Orden de Leopoldo. Continuó ofreciendo conciertos y componiendo hasta pocos años antes de su muerte, ocurrida en Bruselas el 29 de agosto de 1940, en los inicios de la ocupación alemana.
Hoy, aunque su nombre no ocupa el primer plano del canon europeo, la figura de Arthur De Greef está siendo paulatinamente redescubierta.
Sus grabaciones históricas —especialmente las de obras de Grieg, Chopin y su propio Primer Concierto— permiten apreciar un estilo interpretativo de gran elegancia y honestidad musical.
Como compositor, su obra revela el intento de conciliar la claridad formal clásica con la sensibilidad armónica moderna de su tiempo, testimonio del refinado eclecticismo de la Bélgica musical de fin de siglo.






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