Leo con retraso un apasionante libro de historia, "El giro" de Stephen Greenblatt,
publicado en una cuidada edición por la editorial Crítica (de la cual soy adepto junto con Anagrama y Atalanta). Como el interés del libro no decrece debido a su particular temática, mi retraso en valorarlo no va de ningún modo en su demérito, incluso -creo- puede dar un poquito de perspectiva, más allá del fulgor propio de todas las novedades.
Desde luego el libro ya ha tenido oportuno reconocimiento con diversos premios (entre ellos el Pulitzer del 2012) y desde mi punto de vista no es de extrañar porque Greenblatt consigue, con extraordinaria solvencia, apasionarnos con las peripecias de un humanista como Poggio Bracciolini que, en 1417, buscaba con denodado interés libros clásicos en el monasterio benedictino de Fulda y que tuvo la fortuna de encontrar uno (De rerum natura, de Lucrecio) cuyo impacto en la cultura occidental fue -junto con otros muchos elementos- decisivo para que se produjese el "giro" que otorga justo título al libro.
Su exposición histórica sobre lo que supuso dicho descubrimiento es sumamente acertada.
Las ideas epicúreas que contenía el libro de Lucrecio se fueron esparciendo, primero de manera sutil y limitada, después más abiertamente, cogiendo fuerza poco a poco , a pesar de la férrea oposición de la Iglesia que, con la Inquisición como brazo armado y los jesuitas como cerebro ideológico, atisbaron la peligrosidad de las mismas para el status quo vigente.
El autor, muy bien documentado, pero sin caer en ningún momento en pesadeces académicas, aprovecha las peripecias del "descubridor" del texto para analizar muchas e interesantes circunstancias históricas y no solo las referidas al Renacimiento sino que consigue entrelazar de manera lógica y adecuada datos tan lejanos entre sí como las andanzas de Lucrecio, la forma en que se conservaron libros y papiros o los intríngulis doctrinales de la Iglesia con personajes como Tertuliano o Benito; todo ello con infinidad de detalles y "chascarrillos" que hacen la lectura apasionante.
En definitiva un libro altamente recomendable para todos aquellos que amamos la historia.
Me permito citar algunos fragmentos de la crítica que hizo en su momento Alberto Manguel (crítico de EL PAIS y escritor de libros interesantes) y que ponen el acento en algunos de los aspectos más valiosos del libro:
"...aquí comienza lo que es para Stephen Greenblatt, erudito e imaginativo conocedor del Renacimiento europeo, uno de los capítulos fundamentales de nuestra historia intelectual. Con la obra maestra de Lucrecio, Poggio rescata para su época (y para las sucesivas) una fundamental reflexión acerca de nuestro universo, peligrosamente subversiva para los lectores de la católica Europa del siglo XV, y asombrosa premonición de las teorías astrofísicas de nuestro tercer milenio"
"Lucrecio fue, para Montaigne, una suerte de hermano espiritual. La feliz y convincente tesis de Greenblatt es que lo que llamamos Renacimiento o "Temprana Modernidad" empieza con el descubrimiento hecho por Poggio. Por supuesto no sabemos si, de no haber existido la posibilidad de leer nuevamente De rerum natura, Montaigne hubiese reflexionado de la misma manera acerca del sentido de la vida, Botticelli hubiese pintado su primavera, Galileo hubiese descrito un universo unificado y autouficiente, Einstein hubiese tratado de definir esas minúsculas partículas de las que estamos hechos nosotros y los gusanos y las estrellas......"
Magnifique
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