Como ya sabéis los que tenéis la amabilidad de seguir este blog entre mis múltiples aficiones se encuentran la gastronomía y también la cocina.
Por aquello de agradar estómago y espíritu (no hay alma más siesa que la que desprecia la comida) hace ya tres años que decidí aprender algo de un arte tan entretenido y generalmente bien recibido como es el culinario (y que, además, está mucho más relacionado con todas las artes de lo que pudieran imaginar algunos)
No sé si en este tiempo he aprendido mucho, pero si puedo dar fe de que en la Escuela
en donde estoy (Escuela De Cocina Aingeru Etxebarria (@escuelacocinaaingeruetxebarria) • Fotos y videos de Instagram) lo pasamos muy bien entre fogones y pucheros.
Aingeru y todos sus colegas hacen lo imposible para intentar inocularnos sus saberes.
En el intento algo se va quedando y de lo que no cabe duda es que allí uno se olvida de casi todo y se centra en el disfrute de lo que se hace y de lo que se comparte.
Este año se ha celebrado la tercera fiesta de navidad y confiemos que en el futuro podamos disfrutar de muchas más.
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