Esta sección debe considerarse propia de mentalidades ADULTAS y formadas pero, si con todo, le molesta la exhibición del cuerpo humano desnudo o en situaciones de erotismo explícito, por favor, opte por mirar otras secciones de las muchas que hay en este blog y que pueden ser más adecuadas a sus intereses personales.
Como es casi imposible medir el nivel de sensibilidad o estupidez de cada individuo, prefiero ir a lo seguro y clasificar este sitio como adecuado solo para adultos.
Aunque ese término es todavía etéreo y nebuloso para mí, la advertencia deja claro que la responsabilidad sigue siendo del espectador.
Por la propia idiosincrasia de esta sección se muestran aquí, en muchas ocasiones, materiales sensibles, por lo tanto, si eres menor de edad o te desagrada ver este tipo imágenes, por favor, cierra la ventana.
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Namio Hurakawa es un creador japonés (1947) que muestra en sus dibujos eróticos mujeres muy alejadas de las tradicionales "fijaciones" japonesas. En sus dibujos el hombre desaparece ante el peso apabullante de mujeres poderosas y dominantes, mostrando en imágenes -a veces cómicas- situaciones que bien podría haber imaginado el simpar Sacher Masoch.
"-¿Te he hecho daño?- me preguntó, entre confusa y llena de angustia.
-No, contesté-, y si lo hicieras los dolores serían un placer para mí.
Castígame otra vez, si gustas.
-Pero si no me causa ningún placer....
-¡Castígame -repliqué-, castígame sin piedad!
Wanda blandió el látigo y me flageló dos veces.
-¿Es bastante?
-No.
-¿De veras, no?
-Flagélame, te lo ruego. Es un placer para mí."
(Sacher Masoch. "La venus de las pieles.")
Claro que, bien mirado, los hombres que pinta Hurakawa no parecen tan anhelantes de dolor, más bien están convertidos en tristes guiñapos, trapos de limpieza de la "nueva mujer".
Todas las imágenes y/o vídeos que se muestran
corresponden al artista o artistas referenciados.
Su exposición en este blog pretende ser un homenaje y
una contribución a la difusión de obras dignas de
reconocimiento cultural, sin ninguna merma a los derechos que correspondan a
sus legítimos propietarios.
En ningún caso hay en este blog interés económico
directo ni indirecto.
Sinceramente, creo que una mujer" normal" no querría un hombre alfombra, aunque a veces se sueñe con un hombre que te de todo lo que te cause placer, no todas las fantasias llevadas a la realidad son así de "molonas", seguro que en la vida cotidiana lo despreciaríamos, al igual- quiero pensar- que no todos los hombres que desean a una mujer sumisa, la soportarían, salvo los infinitamente estúpidos o ególatras
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