jueves, 11 de febrero de 2016

Lugares (21): Museo Lázaro Galdiano (Madrid).

Uno de los grandes atractivos de los museos pequeños es que se pueden disfrutar sin agotamiento. Desde luego no es ésta la única motivación. Depende, también -evidentemente-, de la calidad y variedad de su contenido.
En este sentido el Museo Lázaro Galdiano bien merece una visita porque su fundador -émulo de Mecenas- consiguió reunir una colección muy interesante de obras de arte de todas las épocas (romana, medieval, clásica, neoclásica, romántica) y de diferentes géneros (lienzos, esculturas, tallas, vidrios, objetos decorativos etc).
En un edificio/palacete del siglo XIX podemos disfrutar no solo del contenido sino del continente.
Además tienen la gentileza en dicho museo de permitir hacer fotos (sin flash, como es lógico) lo cual se agradece cuando uno pretende hacer difusión de lo visto e intenta contagiar la pasión por lo disfrutado (entiendo que se minimicen las posibles molestias a los visitantes por aquellos que vamos sacando fotos, pero hay museos -o muestras y exhibiciones temporales- en los que parece que les vayas a robar el espíritu de los objetos como si una foto pudiese suplir la visión del objeto en "vivo y en directo").

































Texto y Fotos:  Javier Nebot

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