domingo, 20 de agosto de 2017

Lugares (24): Zaragoza (1).

Zaragoza (661.000 hab.) es una ciudad de interior, grande, hermosa, que bien merece dedicarle unos días de visita ya que cuenta con numerosos y variados puntos de interés.
Lo que motivó mi visita fue, concretamente, el conocer su recién estrenado Caixaforum, pero debo de reconocer que los días que pasé allí fueron sumamente gratificantes por diversos motivos.
Hay sitios claves de la ciudad que uno no puede ni debe, en buena lógica, perderse, pero callejear, disfrutar de sus terrazas y restaurantes también hace de la estancia en esta ciudad algo reseñable.
La Caixa tiene el buen gusto de ir haciendo centros culturales. Los de Barcelona y Madrid son ya referentes emblemáticos, con exposiciones periódicas imprescindibles.
Labor similar parece que van a desempeñar los nuevos Caixaforum de Zaragoza y Sevilla.
http://agenda.obrasocial.lacaixa.es/es/buscador?centro=CaixaForum+Zaragoza
Caixaforum Zaragoza: Av. de Anselmo Clavé, 4. Zaragoza 50004. Telf: 976 76 82 00
Horarios: Abierto todos los días, de Lunes a Domingo de 10 a 20h.
Tienda: Liberia Laie. Telf. 976 768 206.
Precios: Entrada a exposiciones: 4e. Menores de 16 y clientes de la Caixa, entrada gratuita.
En el momento de la visita -inicios de junio- estaban en curso la magnífica exposición sobre arte Ming (realmente con algunas piezas excepcionales) y otra, más especializada, sobre Andalucía en el imaginario de Fortuny.

La dinastía Ming dominó China durante 276 años. Desde 1368 hasta 1644. Forjó un imperio que supuso gobernar sobre una población que pasó, durante su vigencia, de 65 a unos 175 millones de personas.
A lo largo de ese periodo, China acumuló grandes riquezas y se dio a conocer en Europa como proveedora de artículos de lujo sumamente deseados y como un lugar lleno de misterio.
La exposición. muy bien montada, mostraba algunos de los objetos artísticos más representativos de esa época y lugar.










Naturalmente, difícil competir con semejante alarde histórico/artístico: Visto lo visto, la exposición de Fortuny -un gran pintor por otra parte- y algunos de sus coetáneos quedaba, en comparación, algo desmerecida aunque contaba con algunos bocetos y cuadros realmente interesantes.






Al atardecer, un paseo por la parte antigua y la degustación de unas cuantas tapas por la zona del Tubo, resulta imprescindible.





Texto y fotos: Javier Nebot

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