En el último día de estancia en Jerusalén visitamos, dentro de las actividades que estaban programadas a tal efecto, dos museos: Torre de David y el Museo de Israel.
Desde el primero se puede disfrutar, aparte de un didáctico recorrido por la historia de Jerusalén, de unas magníficas panorámicas de la parte vieja de la ciudad.
El museo se encuentra, como su propio nombre indica, en los restos de la Torre de David (aunque la torre fue edificada por el incansable Herodes el Grande), en lo que hoy es el barrio cristiano y a muy pocos metros de la puerta de Jaffa.
El museo se encuentra, como su propio nombre indica, en los restos de la Torre de David (aunque la torre fue edificada por el incansable Herodes el Grande), en lo que hoy es el barrio cristiano y a muy pocos metros de la puerta de Jaffa.
Como he mencionado, entrar en este museo implica hacer, a través de diversas salas, un recorrido por las diversas historias de la ciudad a lo largo de los siglos.
Es un museo interesante aunque no es de los que entusiasma. No tiene obras de arte especialmente relevantes ni una configuración que deslumbre (sin quitar interés, desde luego, a algo tan esencial como su ubicación, inmerso como está en un edificio histórico). Con todo, y como pasa con muchos museos históricos, la visita ayuda a situar en un contexto más amplio y general mucho de lo visto y escuchado durante el viaje.
Es un museo interesante aunque no es de los que entusiasma. No tiene obras de arte especialmente relevantes ni una configuración que deslumbre (sin quitar interés, desde luego, a algo tan esencial como su ubicación, inmerso como está en un edificio histórico). Con todo, y como pasa con muchos museos históricos, la visita ayuda a situar en un contexto más amplio y general mucho de lo visto y escuchado durante el viaje.
La combinación de maquetas, piezas autenticas, réplicas de aceptable calidad, hologramas, audiovisuales y gráficos contribuye a que el visitante salga con una idea bastante ajustada de lo que ha sido y ha significado Jerusalén en la Historia, aunque obviamente esta idea deba pulirse posteriormente con lecturas u otros medios complementarios.
El Museo de Israel sorprende al visitante por dos cosas fundamentalmente: su moderna arquitectura (aunque sea de 1965) y una extraordinaria maqueta del Jerusalén antiguo.
https://www.imj.org.il/en/content/bienvenido-al-museo-de-israel
https://www.imj.org.il/en/collection-galleries
https://www.imj.org.il/en/content/bienvenido-al-museo-de-israel
https://www.imj.org.il/en/collection-galleries
El Museo de Israel es, sin duda, uno de los grandes museos de arte y arqueología del mundo.
Aunque el servicio de audio-guías es, en general, suficiente para contextualizar lo que se ve en cualquier museo, nosotros tuvimos el privilegio de realizar la visita con nuestros dos guias-arqueólogos, Javier Alonso y Manolo Cimadevilla.
No es algo baladí porque nada como escuchar las explicaciones oportunas desde la apasionada voz de unos expertos que conocen y aman lo que muestran. En este sentido no me cansaré nunca de insistir en la importancia de elegir agencias que, como la de Pausanias, ofrecen ese plus diferenciador (en este caso viajes arqueológicos) que puede resultar clave para el éxito final de un viaje.
Links de interés de todo el viaje:
Texto y fotos: Javier Nebot
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