Silvia Sleigh (1916-2010) fue una pintora galesa, nacionalizada estadounidense, que desarrolló un estilo de pintura realista desde una óptica feminista.
Estudió en la Brighton School of Arts en Sussex entre 1934 y 1937.
Allí se indignó al constatar la existencia de una doble moral ya que, a la hora de pintar desnudos, solo se permitían en sus clases los modelos femeninos, negando la posibilidad acceder directamente a modelos masculinos.
En 1941 se casó con el pintor y profesor de Historia del Arte, Michael Greenwood.
Se mudaron a Londres y, tanto por influencia de su marido como por el ambiente artístico en que se movían, Silvia decidió dedicarse también profesionalmente a la pintura. Lamentablemente, Greenwood parece que no apoyó la labor creadora de su mujer y ésta, decepcionada, abandonó la pintura.
Se reconvirtió en modista e, incluso, abrió una tienda en Brighton. Siempre recordó, sin embargo, está etapa con agrado y mantuvo en el tiempo su pasión por los tejidos y los dibujos de patrones.
Después de trece años juntos en los que vivieron buena parte del tiempo separados (Sleigh en Pett, Sussex y Greenwood en Londres), decidieron divorciarse. Unos años antes, Sleigh había tomado clases nocturnas de Historia del Arte en la Universidad de Londres. Allí Conoció al que sería critico de arte Lawrence Alloway (creador del término Pop Art). Se llevaban diez años de diferencia (Silvia 27 y Lawrence 17), pero eso no fue óbice para que se enamorasen e iniciasen una fructífera relación tanto a nivel emocional como intelectual. Cuando en 1954 obtuvo Silvia el divorcio, se casó casi de inmediato con Lawrence. Con él emigraría a los Estados Unidos en 1961.
La primera exposición realizada por Silvia Sleigh fue colectiva, en 1950.
La primera individual tuvo lugar en 1953 en la Kensington Art Gallery de Londres.
En sus primeros trabajos abundaron las naturalezas muertas, los paisajes y los retratos.
Cuando 1961 le ofrecieron a su marido un puesto de profesor en el Benington College de Vermont, Silvia, como he mencionado más arriba, decidió marcharse con él a los Estados Unidos y fijaron su domicilio en New York.
Durante cinco años Alloway -de 1962 a 1966- fue el conservador del Museo Guggenheim de esa ciudad y obtuvo un merecido reconocimiento como experto en arte contemporáneo y, especialmente, en el Pop Art.
En los años sesenta, Sleigh empezó a pintar cuadros con el tema que le haría famosa: desnudos masculinos en las poses en las que, tradicionalmente, los grandes maestros de antaño habían retratado a las mujeres. Esto no siempre fue bien recibido por los popes del arte, pero -con todo- algunos aplaudieron su osadía y bastantes más quisieron ser inmortalizados por sus pinceles.
No olvidemos que en esos años y hasta finales de los setenta al arte estuvo copado (por no decir secuestrado) por la abstracción y que el figurativismo no se consideraba lo suficientemente innovador ni, mucho menos, lo suficientemente rompedor, por lo que no obtuvo hasta bastante más tarde el reconocimiento que merecía.
Silvia Sleigh sobrevivió dos décadas a su marido y nunca dejó de pintar.
Murió en New York en el 2010.
Todas las imágenes y/o vídeos que se muestran corresponden al artista o artistas referenciados.
Su exposición en este blog pretende ser un homenaje y una contribución a la difusión de obras dignas de reconocimiento cultural, sin ninguna merma a los derechos que correspondan a sus legítimos propietarios.
En ningún caso hay en este blog interés económico directo ni indirecto.
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