Película, dura, inquietante, de las que podríamos denominar de tesis, basada en la obra teatral del mismo título del chileno Ariel Dorfman; una película de esas que nos hacen reflexionar sobre las oscuridades del alma humana.
Roman Polanski supo recrear en ella muy bien un ambiente íntimo pero claustrofóbico, agobiante, habitado por personajes torturados que se relacionan entre sí en una tensa situación dramática; consiguió transmitirnos, además, con su inteligencia inconfundible, ese abismo que se produce cuando se traspasan según que fronteras (y que él ya había tratado con acierto en otros films).
Los actores, tan excelentes como el director.Tanto Siguorney Weaver como Ben Kingsley deslumbran con la intensidad de sus personajes.
La banda sonora de W. Kilar acompaña muy acertadamente las imágenes.
(el tema de Paulina realmente conseguido)
https://www.youtube.com/watch?v=oFpLx4hKEds
Entrada revisada a 22-04-2020.
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