Esta sección debe considerarse propia de mentalidades ADULTAS y formadas pero, si con todo, le molesta la exhibición del cuerpo humano desnudo o en situaciones de erotismo explícito, por favor, opte por mirar otras secciones de las muchas que hay en este blog y que pueden ser más adecuadas a sus intereses personales.
Como es casi imposible medir el nivel de sensibilidad o estupidez de cada individuo, prefiero ir a lo seguro y clasificar este sitio como adecuado solo para adultos.
Aunque ese término es todavía etéreo y nebuloso para mí, la advertencia deja claro que la responsabilidad sigue siendo del espectador.
- Por la propia idiosincrasia de esta sección se muestran aquí, en muchas ocasiones, materiales sensibles, por lo tanto, si eres menor de edad o te desagrada ver este tipo imágenes, por favor, cierra la ventana.
El movimiento gay (los que dentro del mismo crean) ha contribuido, sin duda, a reivindicar la belleza masculina sin remilgos ni tapujos, pero -en muchas ocasiones- ha optado por sexualizar tanto su visión de lo masculino que ha conseguido "guetizar" (reducir) lo que podría haber sido una hermosa propuesta sobre la belleza física del ser humano (como si consiguieron, de hecho, los grandes clásicos). Dianora Niccolini, opta por un planteamiento más amplio. En sus retratos hay modelos de belleza poco común, ciertamente. No desdeña la sensualidad ni el erotismo, por descontado, pero su "provocación" reside fundamentalmente en mostrarnos unos planteamientos cuasi escultóricos o pictóricos en seres de carne y hueso. La seducción -cuando la hay- queda, en muchas ocasiones, más la imaginación o en el deseo del que mira que en la acción nos narra sus fotos.
Su tratamiento no es por ello aséptico: transmite potencia, veracidad, encanto y erotismo por partes iguales y no deja indiferente al observador
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