lunes, 19 de febrero de 2024

Lugares (82): Niza. Museo de Bellas Artes.

Vaya por delante que la ciudad de Niza (Costa Azul, Francia) me gusta mucho.

La he visitado en diversas ocasiones y siempre he disfrutado de ella, aunque cuando estuve el pasado verano me decepcionó el que, repleta como está de posibilidades y de realidades interesantes primase, en buena parte de sus calles y barrios el modelo turístico estándar que, por lo que parece, es el que se está imponiendo últimamente en todo el mundo. 

En ese modelo el núcleo antiguo de la ciudad se convierte en un "decorado peculiar" para disfrute de masas de turistas y malestar de sus habitantes; se busca el predominio de locales de copas y restaurantes con la subsiguiente desaparición de comercios propios de la vida convencional (y real) de los ciudadanos; se alienta la proliferación de locales de venta de productos turísticos que, desgraciadamente y en la mayoría de las ocasiones, poco o nada tienen que ver con las artesanías y productos de la zona (y que tanto te venden un cuenco de coco (sic) como objetos hechos a millones en las potencias del consumo hortera y barato). 

En fin, un modelo, desde mi punto de vista, penoso por lo zafio y reiterativo y que, al final, hará que no merezca la pena moverse del sitio en el que uno vive porque todos serán tristemente iguales.

En Bilbao, ciudad en la que vivo, está pasando exactamente lo mismo y, se lo aseguro, no es un proceso agradable para los que vivimos en las zonas afectadas. 

Desde luego, muchos se frotan las manos (especialmente los directamente beneficiados) por el "dinero" que el turismo de masas trae a la villa. Se olvidan  de los malestares que tal concentración turística trae para los propios del lugar: aumento del precio de los pisos y de los alquileres; desaparición del comercio tradicional sustituido por el enfocado en el turisteo de paso; elevados costes de la hostelería de la zona (personalmente tengo ya que irme a otros barrios para comer un simple menú del día debido a la gran subida de los precios de la hostelería); masificaciones, aumento de hurtos... 

No me extraña nada que en algunas ciudades se estén produciendo rechazos hacia estos modelos que, al final, esquilman la ciudad en beneficios de unos pocos, ¿o acaso se está pensando en eximir de impuestos o gravámenes a los habitantes de las zonas afectadas? o, quizás ¿Alguien les premiará de algún modo por las incomodidades que no quieren sufrir?. 

Sabemos de antemano que no. 
Una pena. 


Ya he dedicado entradas en este blog a Niza.



En este post me referiré a su Museo de Bellas Artes, pequeño pero con obras muy interesantes y, afortunadamente, al menos para el que esto escribe, con un número prudente de visitantes.




Este museo es el heredero de un primer museo que Napoleón III constituyó con depósitos del Estado. 
Está instalado en una suntuosa villa construida a finales del siglo  XIX y contiene obras de pintura y escultura que van del siglo XIII al XX.



Foto Javier Nebot.

Foto Javier Nebot


Foto Javier Nebot
Javier Nebot

Foto Javier Nebot




Foto Javier Nebot.

Foto Javier Nebot
Foto Javier Nebot


Foto Javier Nebot

Foto Javier Nebot








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Texto y fotos: Javier Nebot

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