Subir al castillo de Praga, ya sea en tranvía o después de un agradable paseo, merece la pena.
No solo por el castillo o la catedral de San Vito, sino porque las vistas de la ciudad desde allí son sumamente seductoras.
No solo por el castillo o la catedral de San Vito, sino porque las vistas de la ciudad desde allí son sumamente seductoras.
Antiguo palacio arzobispal.
Catedral de San Vito.
Catedral de san Vito, mitad gótica.....y mitad neogótica (del siglo XIX)
La vista del puente desde el otro lado del Moldava siempre merece una foto.
Peculiar monumento en la entrada del museo Kafka: dos estatuas con movimiento riegan con su meada/fuente el mapa de Chekia. Insólito -o imposible- monumento en otras latitudes.
Monumento a Jan Hus.
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