El Museo Gargallo es una pequeña joya. Está situado en el antiguo palacio de los condes de Argillo y está dedicado de forma monográfica a la obra del escultor aragonés Pablo Gargallo (1881-1934).
En su interior se exhibe una excelente selección de esculturas que muestran al visitante el genio creativo de Gargallo y su evolución estilística a lo largo de su vida.
El museo abrió sus puertas al público en 1985 gracias a un acuerdo entre el Ayuntamiento de Zaragoza y la hija del escultor.
Su inmejorable situación, en pleno Casco histórico de Zaragoza, es un motivo más para disfrutar de su visita.
En el año 2012, después de haber sido mejorado y ampliado (obras entre 2007-2009), el museo recibió el certificado de excelencia Herety, acreditando así su calidad y excelencia, tanto por la excepcionalidad de la obra expuesta como por la forma de exponerla.
Fotos: Javier Nebot
Un cambio radical de estética y un salto hacia construcciones innovadoras y futuristas se puede realizar fácilmente, sin ir demasiado lejos, en Zaragoza: La Expo del 2008 propició la realización de algunos edificios -que todavía se conservan y utilizan- realmente innovadores, todos ellos tan asombrosamente modernos que parecen trasladarnos a una Brasilia maña o a una ciudad del futuro.
Fotos: Javier Nebot
En su interior se exhibe una excelente selección de esculturas que muestran al visitante el genio creativo de Gargallo y su evolución estilística a lo largo de su vida.
El museo abrió sus puertas al público en 1985 gracias a un acuerdo entre el Ayuntamiento de Zaragoza y la hija del escultor.
Su inmejorable situación, en pleno Casco histórico de Zaragoza, es un motivo más para disfrutar de su visita.
En el año 2012, después de haber sido mejorado y ampliado (obras entre 2007-2009), el museo recibió el certificado de excelencia Herety, acreditando así su calidad y excelencia, tanto por la excepcionalidad de la obra expuesta como por la forma de exponerla.
Un cambio radical de estética y un salto hacia construcciones innovadoras y futuristas se puede realizar fácilmente, sin ir demasiado lejos, en Zaragoza: La Expo del 2008 propició la realización de algunos edificios -que todavía se conservan y utilizan- realmente innovadores, todos ellos tan asombrosamente modernos que parecen trasladarnos a una Brasilia maña o a una ciudad del futuro.
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