Si el siglo XIX se percibió a sí mismo como un siglo de progreso sin fin y como una época de relativa paz y armonía -a pesar de revoluciones constantes (sociales, industriales y científicas)-, el siglo XX se auto-consideró como un siglo repleto de guerras devastadoras (calientes y frías, globales y locales) y como culmen de un profundo caos social producido tanto por la vertiginosidad de los cambios a todos los niveles como por el radicalismo de las confrontaciones ideológicas (que se enfrentaron a vida o muerte).
Fue, sin duda, eso; pero el siglo XX también fue un siglo de increíbles avances en todos los campos de la actividad humana y en el que miles de millones de personas pudieron vivir mucho mejor de lo que anteriormente lo habían hecho solo unos pocos.
Hay una bibliografía abundante y excelente sobre los avatares del pasado siglo XX (Imprescindibles autores como Eric Hobsbawn, Ian Kershaw, Margaret MacMillan, Peter Watson, Daniel Boorstin, Philip Blom, Robert Gerwarth y Tony Judt, entre otros muchos).
Desde luego, me remitiré a esa bibliografía en algunas ocasiones aunque lo que pretendo con esta entrada y las que le seguirán más adelante no es tanto citar a expertos (a cuyas publicaciones remito al lector) como ofrecer unas pinceladas con las que ilustrar algunas situaciones, descubrir a personajes interesantes -y no siempre conocidos- y visualizar el vivir cotidiano del siglo XX.
Puerta principal de entrada.
Fueron los franceses quienes, ampliando su tradición de las Exposiciones Nacionales, realizaron la primera exposición con intereses internacionales, la Exposición Industrial francesa de 1844, en París.
La fórmula tuvo bastante éxito y pronto fue importada por otros países hasta que en 1851 llegó por fin a Gran Bretaña.
Allí se celebró, en el Palacio de Cristal de Hyde Park, en Londres, la primera Exposición Universal bajo el pomposo título de "Gran Exposición de los Trabajos de la Industria de Todas las Naciones".
El éxito superó todas las expectativas y gracias a ello se realizaron exposiciones en diferentes lugares del mundo, algunas realmente sobresalientes: Barcelona, 1888; París, 1889; Chicago, 1893 y París, 1900, que es la que va a ocupar esta entrada porque sirvió de despedida del siglo XIX y de presentación del siglo XX.
La Exposición de París de 1900 tuvo lugar desde el 15 de abril hasta el 12 de noviembre. Fue visitada por mas de cincuenta millones de personas y participaron en ella 58 países, incluido el nuestro.
Monumentos tan emblemáticos como la Estación de Orsay (hoy un magnifico museo), el Petit Palais, el Grand Palais y el puente de Alejandro III, fueron construidos específicamente para la ocasión y siguen hoy en día siendo parte importante del paisaje urbano de París.
https://m.musee-orsay.fr/es/inicio.html
http://www.petitpalais.paris.fr/
Monumentos tan emblemáticos como la Estación de Orsay (hoy un magnifico museo), el Petit Palais, el Grand Palais y el puente de Alejandro III, fueron construidos específicamente para la ocasión y siguen hoy en día siendo parte importante del paisaje urbano de París.
https://m.musee-orsay.fr/es/inicio.html
http://www.petitpalais.paris.fr/
Trocadero.
La electricidad, desde luego, tuvo un espacio destacado, pero también hubo un Palacio de la Óptica e, incluso, un Palacio de la Mujer.
http://lartnouveau.com/belle_epoque/paris_expo_1900.htm
http://lartnouveau.com/belle_epoque/paris_expo_1900.htm
"La exposición fue una extravaganza, un espectáculo espléndido y atrevido, no sólo una feria comercial y una convención científica, sino, más que nada, un parque de atracciones gigantesco para visitantes locales y turistas procedentes de otros países de Europa, de los Estados unidos y del mundo entero" (p,21)
"Extendiéndose a lo largo del Sena desde el elegante puente dedicado al zar Alejandro II, recién construido, desde el comienzo de los Campos Elíseos en dirección al Campo de Marte y la zona entre el Trocadero y la Torre Eiffel (única superviviente de la Exposición Universal celebrada en 1889), la enorme exposición estaba pensada para deslumbrar, sobrecoger y abrumar, Francia, proclamaba, sigue siendo la nación más importante del mundo" (Blom, op.cit.p.23).
Y, a buen seguro, la mayoría de los cincuenta millones de visitantes, pensarían lo mismo, en vista de algunos de sus logros:
-Novedades en el transporte; una acera rodante llamada la Calle del futuro;
la aparición del Metropolitano, primera línea de Metro de París;
nuevas estaciones ferroviarias como la ya mencionada de Orsay, la de Inválidos y Estación de Lyon; uso nocturno de la electricidad;
proyección de películas de los hermanos Lumière en pantalla gigante;
también se construyó una gran avenida al margen de la Exposición, la Avenida de Suffren, además de un pueblo suizo.
Los Juegos Olímpicos de 1900 se organizaron durante la exposición.
Si, por lo parece era cierto, como decían algunos críticos, que los gastos habían sido desmedidos para la época (120 millones de francos), pero no podían negarse los enormes beneficios que reportarían una imagen triunfante de París y de toda Francia.
El siglo XX se inauguraba haciendo gala de todas sus posibilidades de desarrollo y de buen futuro.
Vista del Pabellón de Hungría.
El 14 de abril de 1900 se inauguraba la gran Exposición: "La Exposición Universal preparada desde hace varios años, acaba de abrir sus puertas en la capital de Francia. Esta gigantesca muestra pretende ser el fin de un siglo de prodigioso avance científico y económico, pero también el umbral de una era cuya grandeza profetizan los sabios y filósofos, cuyas realidades sobrepasarán los sueños de nuestra imaginación" (Actas orgánicas de la exposición,1896).
Pabellón de los Estados Unidos.
El Globe Céleste, un gigantesco planetario, junto a la Torre Eiffel.
Pabellón de España, situado entre el de Alemania y el de Mónaco.
https://www.ramoncasas.art/viaje-a-la-exposicion-universal-de-paris-1900
Palacio de la electricidad.
Pabellón chino.
Entrada revisada a 04-04-2023
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Texto: Javier Nebot
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