viernes, 18 de noviembre de 2022

Momentos de cine (116): El príncipe de las mareas (Barbra Streisand, 1991).


Hace ya un tiempo escribí, en esta misma sección, una reseña sobre una película dirigida también por un actor (en este caso una actriz) y que trataba, curiosamente, sobre un tema muy similar: las dificultades de las familias no convencionales para sobrevivir a sus propias historias.
Esas historias, de familias infelices, son, ciertamente, muy diferentes y la forma de contárnoslas por parte de sus directores, Redford y Streisand, también lo son, pero me llama la atención el interés que ambos han mostrado por estos temas. 
Ambas películas tienen méritos y virtudes y, por descontado, defectos. Pero el objetivo de esta entrada es analizar, aunque sea brevemente, la película que nos ocupa y no hacer una comparativa entre ambas, cuestión que dejo al aficionado al cine y a estos temas "psicológicos".


"El príncipe de las mareas" nos cuenta la historia de Tango Wingo (Nick Nolte), un profesor de literatura y entrenador de fútbol americano, cuya hermana melliza, Savannah, una famosa poetisa, ha intentado suicidarse (otra vez). 
Tom sale de su ambiente habitual (sureño) y se traslada a Nueva York para ayudar a la psiquiatra que está tratando a su hermana, Susan Lowenstein (Barbra Streisand). 
Su papel será reconstruir parte de la memoria de Savannah pues ésta se encuentra en un estado disociado que impide cualquier colaboración por su parte. Como es lógico y de esperar, Tom acaba despertando sus propios fantasmas y necesitando la ayuda, a diversos niveles, de la psiquiatra neoyorkina, con la que vivirá un breve romance (la Streisand es mucha Streisand).

(8103) The Prince Of Tide /1991/ trailer - YouTube


La película es una adaptación de la novela (buena: bien narrada y entretenida) del mismo nombre escrita por el novelista norteamericano Pat Conroy-


Intérpretes:  Barbra Streisand, Nick Nolte, Blythe Danner, Kate Nelligan, Jeroen Krabbé, Melinda Dillon.
Dirección y producción: Barbra Streisand.
Guion: Pat Conroy y Becky Johnson.
Fotografía: Stephen Goldblatt.
Música: James Newton Howard.
(Una de esas bandas sonoras que uno no se cansa nunca de escuchar).
Duración: 129 minutos.

(8229) Rare! "The Prince of Tides" Behind The Scenes (Featurette) - YouTube


Desde luego, como bien reseñaba hace años Manuel Hidalgo, la familia que protagoniza esta película nada tiene que ver con otras familias de cine y mucho menos aun con ese prodigio de dulzura, compresión y felicidad que se nos mostraba en "¡Qué bello es vivir!" de Frank Capra: una película con la que todos hemos llorado a moco tendido -¡confiésenlo!- cada vez que TVE la reponía (casi siempre en temporada navideña, época en la que todos tenemos el corazón predispuesto a todo tipo de sobredosis emocionales).
 Aqui, en El príncipe de las mareas, uno puede llorar si es de lágrima fácil o muy empático con la historia que se nos cuenta, pero serian lágrimas diferentes -creo- a las que nos provoca el inmortal melodrama de Capra.

El tema de la familia, de hecho, podría constituir por sí mismo, todo un género cinematográfico
He mencionado al principio de este post la película "Ordinary people", pero podría haber señalado muchas más, como "Revolutionary road", "Agosto", "Pequeñas Miss Sunshine", "A casa por Navidades" etc. y también, claro, películas amables y edulcoradas, como esas que se empeñan en ponernos en televisión los domingos a la tarde para que no se nos corte la digestión, mientras intentamos echar una siesta en el sofá.

La película que nos ocupa es, sin duda, del primer lote, de las películas intensas, dramáticas, con historias duras y protagonistas heridos. 

Si para algunos fuera de la familia no hay salvación (Dios los tenga en su gloria) ...para otros la familia es puro infierno, la causa de graves traumas y de conflictos eternos: carne, pues, de eterno psicoanálisis (ahorren, si es su caso, porque no es nada barato).


En "El príncipe de las mareas", la familia de Wingo (Nick Nolte), no se priva de nada, en el peor de los sentidos: Henry, el padre, es un pescador de camarones alcoholizado y violento. Un mastuerzo de oposición, empeñado y regodeado en ello. La madre Lila (una excelente Kate Nelligan), parece una mujer fuerte y fría, incapaz de transmitir a sus hijos la sensación de protección y amor que estos necesitan. 
Los hijos, ¡ay los hijos!, lo pasan de todos los colores, pero fundamentalmente mal.
La hermana de Tom, Savannah, como he comentado al principio acaba, con tanta peripecia emocional extrema, entrando en un estado de locura que la doctora Susan Lowenstein (la Streisand) intentará frenar -y curar- trabajándose a su hermano (en diferentes sentidos).

 (8103) EL PRÍNCIPE DE LAS MAREAS de BARBRA STREISAND 1991 - YouTube

La psiquiatra, Lowenstein, de ahora en adelante en la intimidad y en lo profesional, hace lo que puede. Trabaja el pasado y, cuando le es posible, el presente. 

En su vida, ya se sabe, también se cuecen habas (el dicho popular es sabio: "En todas partes cuecen habas y en mi casa a calderadas"). 

La dama, profesional de pro, estilosa y forrada, vive en lo mejor de New York y se codea, por lo tanto, con los "mejorcito" de la society. Está casada con un violinista de gran éxito que se la pega con la pianista que le acompaña. Tiene un hijo adolescente (interpretado por el propio hijo de la Streisand), pelín errático, que no sabe si posicionarse hacia el violín de papá, o al gusto de mamá por el fútbol americano.

Entre tanta confesión de diván, la psiquiatra y el entrenador se enamoran. Inteligencia y fuerza bruta (aunque sensible) encuentran acomodo al calor de las confidencias más íntimas.

Pero en el largometraje pasan muchas más cosas, véanlo. 

Ha envejecido aceptablemente y, además, sufrir un poco en el cine, nunca viene mal. Libera mogollón y sale, desde luego, mucho más barato que realizar un psicoanálisis para desahogarse. 

La película es en algunos momentos algo artificial, pero ya se sabe que la realidad, en el cine, hay que adulterarla un poco para que resulte creíble y, sobre todo, interesante. 

El realismo crudo y seco sería válido para la ortodoxia del fenecido arte marxista (Dios tenga en su gloria) ...pero es muy poco digerible en tiempos tan emocionales como los que vivimos, salvo, claro, para los dogmáticos irredentos (que de todo hay entre los amantes del cine). 

Además, plus extra para los fetichistas de estrellas, podrán disfrutar de las largas uñas de la Streisand: ¡unas uñas que para sí quisiera el mismísimo Fumanchu!

(8228) The Prince of Tides (1991) - Dog Food Dinner Scene | Movieclips - YouTube

(8228) The Prince of Tides (1991) - Cheating Wife Scene | Movieclips - YouTube

(8228) The Prince of Tides (1991) - Hitting on His Therapist Scene | Movieclips - YouTube

(8228) The Prince of Tides (1991) - A Few Simple Questions Scene | Movieclips - YouTube

(8229) The Prince of Tides (1991) - Just Let It Go Scene | Movieclips - YouTube

(8229) The Prince of Tides (1991) - I Like Adultery Scene | Movieclips - YouTube

(8228) El príncipe de las mareas, escena stradivarious - YouTube


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1 comentario:

  1. I think this film shows the difficulty many men have in introspecting and processing their past. Sometimes men are cold and insensitive and show no emotion. This film shows that there is always a reason for this kind of behavior. Childhood violence and abuse causes traumas that are difficult to relive but must be resolved in order to love in a healthy way. Both actors are very good and the film is excellent.

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