Ernest Fuchs es un pintor austriaco (Viena 1930), reconocido como uno de los más preclaros representantes de la Escuela vienesa de realismo fantástico. Poseedor de un estilo poderoso, se atisban en él influencias medievales, simbolistas, surrealistas, cuando no una clara devoción por algunos pintores románticos como William Blake.
No quiero decir con esto que no sea un pintor original, lo es, pero según el tema que aborde, deja filtrar reconocidos homenajes a estilos y estéticas del pasado.
Fuchs reconoce que, cuando pinta, entra en estados de semi trance que le sumergen en mundos extraordinariamente fantásticos, mundos que es capaz de plasmar con apabullante imaginación y dominio técnico en sus lienzos.
En su actividad creativa no ha desdeñado ningún palo: pintura, escultura, arquitectura, escenografía, diseño gráfico, música...
(a la fecha de revisión de esta entrada (1-03-16) hay que informar -tristemente- de la muerte de Fuchs en el pasado mes de noviembre, a la edad de 85 años. Sin duda una gran pérdida).
No quiero decir con esto que no sea un pintor original, lo es, pero según el tema que aborde, deja filtrar reconocidos homenajes a estilos y estéticas del pasado.
Fuchs reconoce que, cuando pinta, entra en estados de semi trance que le sumergen en mundos extraordinariamente fantásticos, mundos que es capaz de plasmar con apabullante imaginación y dominio técnico en sus lienzos.
En su actividad creativa no ha desdeñado ningún palo: pintura, escultura, arquitectura, escenografía, diseño gráfico, música...
(a la fecha de revisión de esta entrada (1-03-16) hay que informar -tristemente- de la muerte de Fuchs en el pasado mes de noviembre, a la edad de 85 años. Sin duda una gran pérdida).
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Javier
Nebot
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