En el post anterior nos referimos a Barry Lyndon, una de las obras maestras de Kubrick (si no en todos los aspectos que conforman un film, si en muy buena parte de ellos). A continuación vamos a centrarnos en dos films menores, pero interesantes desde los puntos de vista que estamos analizando en estas entradas: "Revolución" de Hugh Hudson (1985) (1) y "El patriota" de Roland Emmerich (2000).
Hugh Hudson nos sitúa en su película "Revolución", a comienzos de la guerra de independencia norteamericana. La historia que se nos cuenta se narra desde el punto de vista del protagonista, Tom, el barquero, (interpretado
por Al Pacino). Un tipo que se dedica a la caza de animales y a la venta de pieles (actividad muy
común en la zona de Estados Unidos donde está ubicada la narración). El hombre sobrevive con gran esfuerzo y a duras penas. Los hechos históricos, como suele suceder a la mayoría de los mortales, se le imponen sin que él tenga ninguna posibilidad de oponerse a ellos (entre otras cosas, le confiscan su barca).
Sin comerlo ni beberlo, se ve envuelto en una guerra que no tiene ningún sentido para él.
Contribuye
también a su implicación indeseada en la misma el que su hijo se haya enrolado en el
ejército para conseguir algo de dinero. Con todo, su individualismo no le ayuda a entender el porqué de una guerra que se le antoja absolutamente ajena. En
este sentido la película refleja bien la mentalidad de muchos colonos a los que
el enfrentamiento con la metrópoli era algo que no les incumbía en lo más mínimo.
Hudson refleja con acierto el clímax y la ambientación del New York embrionario,
también la inoperancia de un ejército “americano” reclutado de mala manera y
muy poco ducho en el campo de batalla (de hecho parte de la instrucción tuvieron
que llevarla a cabo oficiales franceses que contribuyeron a darles disciplina y
sentido militar).
Llama la atención que, siendo un director inglés, no haya pretendido dulcificar la
conducta de los soldados ingleses (incluyendo un personaje -interpretado por
Donald Sutherland- especialmente sádico y mezquino) y nos muestre sin tapujos la influencia
de la guerra en el comportamiento humano (que hará que, finalmente, Tom Dobb, acabe abrazando la causa americana, vistas las barbaridades cometidas por los ingleses en nombre de su rey). Interesante, por lo tanto, esta película para hacernos una idea de unos acontecimientos que, siendo claves desde
una perspectiva histórica, distaron mucho de verse así en el momento en que
sucedieron ya que no fueron de aceptación tan unívoca e idealizada como a veces se pretende.
Revolución (1985) - IMDb
“El patriota” de Roland Emmerich (2) se mueve en parámetros bastante parecidos al film que acabamos de ver: el personaje interpretado por Mel Gibson, contrario a su implicación en la guerra contra los ingleses (“tengo hijos no puedo
tener principios”), se transforma en un demoledor guerrero cuando un oficial de
su Graciosa Majestad asesina a uno de sus hijos y se lleva a otro con la malévola
intención de ahorcarle por ser “espía” americano (por lo que parece está inspirado en un personaje real, Francis Marion, conocido como “el zorro del pantano”).
En esta ocasión la trama se desarrolla en Carolina del sur y el protagonista vive
en una granja –pequeña plantación de tabaco- trabajando codo a codo con libertos negros. A su pesar, el hijo mayor, contagiado del espíritu patriótico de sus
conciudadanos (idealismo de juventud), y en contra de la voluntad de su padre (un clásico), se alista como soldado voluntario en el naciente
ejército americano. Los acontecimientos posteriores hacen que la acción, la misma guerra, prácticamente llegue a las puertas de su hacienda precipitando los hechos de
forma inexorable.
Desde mi punto de vista, la película de Emmerich adolece de excesiva extensión
y de bastante polarización en sus personajes (el “malo” es un “malo” demasiado
de libro y el “bueno” cae a veces en sentimentalismos propios de “La casa de la
pradera”) pero, aun así, la “atmósfera” que refleja tiene visos aceptables de realidad histórica y resulta suficientemente representativa de la época de la que se
ocupa.
Ni “Revolución” ni “El patriota” son películas “definitivas”, si es que eso puede
darse, salvo en hitos como “Barry Lyndon”. Sobre la Guerra de Independencia
norteamericana todavía tendrán que hacerse películas que dejen huella y aporten luz a los acontecimientos históricos pero, mientras tanto, ambos largometrajes tienen suficientes cualidades como para “fijar” en la retina del espectador una
época y, con ella, una cierta mentalidad por encima del argumento concreto de
cada una de ellas.
Esperemos que algún día se animen a hacer una serie larga y detallada al respecto o, al menos, algo aceptablemente válido como en su momento fue “Norte y Sur” a la hora de contarnos su guerra de Secesión.
En los próximos posts volvemos a Europa ya que en este continente se fraguaría la revolución que cambiaria tronos, mapas y mentalidades y de la que surgiría el mundo moderno que hoy conocemos.
-continuará-
Notas.Productor: Irwin Winkler;
Música: John Corigliano;
Duración 125´;
Intérpretes: Al Pacino; Donald Shuterland; Natassa Kinski; Joan Plowgrith; Dave King.
(2) “El Patriota" dirigida por Roland Emmerich, tiene un guion de Robert Rodat y está protagonizada por Mel Gibson y Heath Ledger.
Fue producida por Mutual Film Company y distribuida
por Columbia Pictures.
En su mayoría la película tiene lugar en Carolina del Sur (donde fue enteramente rodada) y representa la historia de un norteamericano arrastrado a la Revolución estadonidense cuando su familia es amenazada. El protagonista, Benjamín Martin, está aproximadamente inspirado en el oficial del ejército continental Francis Marion y otras figuras de la Revolución estadounidense. El patriota estuvo nominada a tres Premios Óscar: al mejor sonido, a la
mejor fotografía y a la mejor banda sonora. Referencia: http://es.wikipedia.org/wiki/El_patriota
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