Museo Arqueológico.
Casi enfrente de la Santísima Annunziata, y ocupando las dependencias de un antiguo palacio del siglo XVII, se encuentra el Museo Arqueológico de Florencia. Parece evidente que un museo de éste tipo juega en una teórica "segunda división" sobre todo si tenemos en cuenta la cantidad de atractivos culturales y museísticos de primera línea que posee una ciudad como Florencia, pero -si cuenta con algo de tiempo extra y le gusta la historia- su visita no decepciona porque contiene piezas etruscas, griegas, romanas y egipcias sumamente interesantes que testimonian la pasión de los florentinos por el coleccionismo.
Cenácolo de Santa Apolonia.
En el antiguo monasterio benedictino de Santa Apolonia (que fue secularizado en 1808) se encuentra la Última cena de Andrea del Castagno (1423-1457).
Madrugando un poco fue posible contemplar la sala en donde se alberga en absoluta tranquilidad.
Siguiendo el modelo habitual de estas representaciones, los apóstoles se encuentran reunidos alrededor de Jesús y ante una mesa cubierta con un mantel blanco. Judas rompe la sincronía al estar enfrente y completamente aislado de los demás por lo que se hace fácil el distinguirle como el futuro traidor.
Castagno pinta, con su peculiar estilo, a unos personajes de rasgos toscos, algo regidos, y los sitúa perfectamente en una sala que permite demostrar su dominio de la perspectiva.
Castagno pinta, con su peculiar estilo, a unos personajes de rasgos toscos, algo regidos, y los sitúa perfectamente en una sala que permite demostrar su dominio de la perspectiva.
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