Inminente estreno de una nueva versión sobre la destrucción de Pompeya.
Me da algo de miedo el hecho de anunciar según que estrenos porque lo que indican los trailers tiene, a veces, muy poca relación con la totalidad de la película, buscando -como es lógico- un cierto gancho que mueva a los posibles cinéfilos a salir de casa y ver las películas en el cine.
Así, cuando anuncié el estreno de "Hércules, el origen de la leyenda" lo hice con cierta ilusión de esperar ver un film que "repescase" -con algo de inteligencia- a uno de los héroes más proto-típicos (por su fama, más que por sus hechos) de la mitología griega pero......la verdad, una vez vista la película, ... nada más lejos de la realidad: producto de consumo adolescente.
Puedo digerir ciertas inexactitudes por amor a un buen planteamiento o a una sagaz puesta en escena, pero desde luego este no era el caso.
El film me pareció un tostón de los que dejan huella y eso que no escatimaba medios precisamente.
Doy por supuesto que para determinado público -quizás- hasta fuese entretenida, pero a mi me pareció el compendio de una serie de fórmulas harto manidas: cuatro toques a lo Espartaco/TV con ralentís de imagen pretendidamente interesantes, abundancia de musculitos-fornidos con una ameba debajo del cráneo, gladiadores romanos en la Grecia pre-clásica, erotismo de colegio de monjas...en fin, lo que se dice poco estimulante.
No se trata de reconvertir un género nacido con clara vocación de espectáculo de masas (los peplums) en un reducto para mitómanos junguianos.....pero me parece que hoy en día se pueden ofrecer productos menos de "usar y tirar" (inmediatamente, so pena de abducción mental).
El film me pareció un tostón de los que dejan huella y eso que no escatimaba medios precisamente.
Doy por supuesto que para determinado público -quizás- hasta fuese entretenida, pero a mi me pareció el compendio de una serie de fórmulas harto manidas: cuatro toques a lo Espartaco/TV con ralentís de imagen pretendidamente interesantes, abundancia de musculitos-fornidos con una ameba debajo del cráneo, gladiadores romanos en la Grecia pre-clásica, erotismo de colegio de monjas...en fin, lo que se dice poco estimulante.
No se trata de reconvertir un género nacido con clara vocación de espectáculo de masas (los peplums) en un reducto para mitómanos junguianos.....pero me parece que hoy en día se pueden ofrecer productos menos de "usar y tirar" (inmediatamente, so pena de abducción mental).
Pero volvamos a Pompeya. Esta co-producción (USA-Alemania- Canadá) dirigida por Paul W.S. Anderson tiene, a priori, una pinta aceptable y resulta atractiva.
Según algunos críticos que ya la han visto se ha pretendido una mezcla de cine de "romanos" con el cine de "catástrofes".
Quizás, pero, si realmente es así -todavía no he podido verla-, no sería ninguna abominación ya que las inclemencias del Vesubio pueden dar para muchas catástrofes. Más problemático me parece que el desarrollo de personajes y situaciones caiga en el simplismo de ese tipo de películas que, más que hacer psicología/dramatización de una situación traumática -como lo es la de la destrucción inminente- apuestan por hacer una verdadera caricatura de personalidades y tramas argumentales, rozando en muchas ocasiones la más absoluta la puerilidad (y si tienen alguna duda véanse de nuevos todos los "terremotos", "aeropuertos", "edificios en llamas" y demás truculencias que tanto parecen gustar al público medio norteamericano).
Veremos.... yo procuraré verla con ojos amables, aunque sea por aquello de apoyar la "resurrección" de un género que podría realmente dar mucho de si tanto en momentos espectaculares como posibilidades reflexivas....pero será lo que veamos en la pantalla lo que marque el veredicto final.
Estreno: 25 de abril del 2014.
Estreno: 25 de abril del 2014.
Todas las imágenes y/o vídeos que se muestran
corresponden al artista o artistas referenciados.
Su exposición en este blog pretende ser un homenaje y
una contribución a la difusión de obras dignas de
reconocimiento cultural, sin ninguna merma a los derechos que correspondan a
sus legítimos propietarios.
En ningún caso hay en este blog interés económico
directo ni indirecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario