martes, 1 de noviembre de 2016

Pequeño Tour por Italia (22): Alrededores de Siena: Montalcino.

Alrededores de Siena: Montalcino.

Desde Siena se pueden visitar varios pueblos interesantes.
Montalcino es uno de ellos. 
Se trata casi de una aldea (alrededor de cinco mil habitantes) que vive de forma clara y manifiesta -quizás excesivamente- del turismo y del vino: en casi todas sus calles se pueden encontrar tiendas que venden la producción de la infinidad de bodegas de la zona.
En una visita guiada parece que acudir a alguna de ellas se convierte una prioridad ineludible, más que porque uno quiera, porque no hay excursión que no las incluya.

Personalmente, y por mucha fama que tenga el Brunello, viviendo como vivo en una país con excelentes vinos, considero que dicha visita podría ser obviada salvo que uno tenga especial interés en catar vinos y experimentar con sabores y aromas nuevos. 
En cualquier caso Montalcino es un pueblecito amable y con encanto, rodeado de unos hermosos paisajes toscanos y que cuenta con unas callejuelas estrechas que poseen esa belleza intemporal que adorna a muchos pueblos de la zona.


"Como es habitual en Toscana, Montalcino creció en una colina, fortificando con sus muros la ciudad. Su aspecto y trazado medieval tiene en la Fortezza (también conocida como la Rocca) su máximo exponente. Este bastión fue el último reducto de la República de Siena, cuya ciudad ya cayó en el 1555, provocando una huida hacia Montalcino de 650 familias que resistieron hasta 1559. Actualmente es la sede de variados eventos gastronómicos de la región".


"Se cree que fue fundado por los Etruscos, primero fue un posedimiento de la Abadía de Sant 'Antimo y luego un municipio independiente. Montalcino creció mucho gracias a sus períodos de treguas de paz y prosperidad interrumpidos por episodios de guerra. Entre ellos la grande guerra entre Florencia y Siena donde Montalcino hizo de satélite de Siena en el conflicto entre los Gibelinos y los Guelfos, hasta la victoria de Florencia contra Siena en el año 1554. Montalcino resistió por 4 años antes de caer en manos de los Florentinos y 3 siglos después se unió al Reino de Italia".

Foto Javier Nebot


"El pueblo ha permanecido casi intacto desde el siglo XVI. Una vez que se llega a la cima en la que se encuentra Montalcino, se abre ante sus ojos un verdadero espectáculo: una sucesión continua de colinas sinuosas salpicadas aquí y allá de flores amarillas y rojas, robles centenarios, olivos pintorescos, caminos rurales panorámicos que serpentean a través de viñedos armoniosos y cipreses aislados aquí y allá".



La vía francígena -que va desde Canterbury a Roma- cruza el pueblo.



Foto Javier Nebot









"El castillo de Montalcino está prácticamente intacto hasta el día de hoy. Su construcción se inició en 1361 en el vértice sur de la 13 C MURALLAS DE LA CIUDAD, INCORPORANDO LA TORRE DEL HOMENAJE DE S. Martino y la torre de S. Giovanni. Il Castello di Montalcino se parece mucho a un clásico Recinto del castillo, basado en una planta pentagonal con torres en los cinco ángulos. El sureste La torre se encuentra junto a la torre del homenaje. Las murallas y las torres han prácticamente el paseo de vigilancia completo de los machicoulis en piedra, sostenido por filas de ménsulas en forma de pirámides invertidas. Las torres septentrionales están abiertas en el lado que da al patio. El castillo también incorporó una pequeña y antigua basílica que se convirtió en la capilla de la fortificación, y su Los restos aún son visibles cerca de la torre noreste. En el lado sur se eleva la poderosa muralla de los Médicis, añadida por Cosimo a mediados del siglo XVI"

http://www.montalcino.net/


En el punto más alto del pueblo se levanta la Fortezza (siglo XIV) en cuyo interior -lejos ya las belicosidades que justificaron su construcción- hay, como no, una enoteca que, aparte de vender caldos Brunello, se encarga de cobrar por subir a los baluartes.



Una vez ya en el pueblo se puede visitar el monasterio de San Agostino y su iglesia, el palazzo Vescovile (palacio episcopal), el duomo de San Salvatore y el Palazzo Comunale, en la Piazza del Popolo.

La fama del Brunello ha servido también para que diversos artistas inmortalicen en placas o láminas las mejores cosechas de cada cada año.












ENTRADA REVISADA Y ACTUALIZADA A 10-DICIEMBRE-2024

Texto y fotos:  Javier Nebot

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