Natalie Clifford Barney fue, en muchos sentidos, una mujer excepcional.
Como otras mujeres de su época no aceptó los imperativos propios de la misma y vivió como quiso: libre, sin cortapisas y codeándose - afortunada- con lo mejorcito de la bohemia del momento.
Su capacidad para vivir de esa forma en una época en la que predominaban todavía muchas de las restricciones sociales victorianas y su particular encanto han hecho que la dama destaque entre otras muchas (aunque sin desmerecimiento, como podremos ver en otros posts, de las demás "amazonas").
Nació el 31 de octubre de 1876 en Dayton, Ohio, en una familia
acaudalada (eso, como es bien sabido, siempre ha facilitado mucho el vivir después como a uno le salga de las entretelas).
Su padre, Albert Clifford Barney, era un empresario exitoso que había
hecho su fortuna en la industria ferroviaria, y su madre, Alice Pike Barney, era una
pintora de cierto renombre y parte de la alta sociedad.
El ambiente de su hogar fue clave
en su desarrollo intelectual y artístico, ya que creció rodeada de arte y cultura.
Desde pequeña, Barney mostró interés por la literatura y la poesía, y su educación fue
cosmopolita, pasando gran parte de su juventud viajando por Europa, donde quedó
fascinada por la vida cultural de ciudades como París.
(Retrato de Natalie, con diez años, por Carolus Duran)
En 1900, Barney se trasladó a París, que en esa época era el epicentro de la cultura
artística y literaria. Allí, estableció su famoso salón en su casa de la Rue Jacob, que
durante más de 60 años (1909-1969) atrajo a algunos de los más grandes intelectuales,
artistas y escritores del siglo XX.
Su salón literario fue un espacio de intercambio de ideas y creatividad donde se reunían
escritores como Jean Cocteau, T.S. Eliot, Ezra Pound, Colette, Gertrude Stein,
Marcel Proust, y muchos otros.
Además, Barney promovió y apoyó activamente a las mujeres escritoras y artistas,
fomentando la publicación de sus obras y dándoles visibilidad en una época en la que el
mundo literario estaba dominado por hombres.
También fue amiga y colaboradora de
muchas escritoras lesbianas, como la novelista francesa Renée Vivien, quien fue una
de sus muchas amantes.
Natalie Clifford Barney - Wikipedia, la enciclopedia libre
Barney fue abiertamente lesbiana en una época en la que la homosexualidad era
un tema tabú.
Fue y es conocida por haber tenido numerosas relaciones amorosas con mujeres a lo largo de
su vida, algunas de las cuales fueron figuras literarias y artísticas de renombre.
Uno de los aspectos más innovadores de Barney fue, sin duda, su defensa pública del amor
entre mujeres, defensa que plasmó en su obra literaria y en su vida personal.
Desafió las
normas de la época al no ocultar su orientación sexual y al rechazar el matrimonio y los
roles de género tradicionales. En su obra, abordó abiertamente temas como el amor
sáfico, la independencia femenina y la libertad sexual.
Entre las mujeres que pasaron por su corazón y por su cama podemos mencionar:
1. Renée Vivien (1877-1909). Una de las relaciones más significativas y apasionadas de Barney.
Renée Vivien fue una poetisa británica-francesa, y su romance fue muy
importante para ambas, aunque también estuvo marcado por el drama y las
dificultades.
Su relación duró desde principios del siglo XX hasta la muerte de Vivien en 1909. Barney inspiró a Vivien para escribir poesía sobre el amor entre mujeres,
pero su relación fue tormentosa, con rupturas y reconciliaciones.
Vivien sufría
de problemas emocionales, y su amor por Barney la afectó profundamente.
Tras
su ruptura, Vivien cayó en una depresión, y su salud se deterioró. Murió
prematuramente a los 32 años.
2. Romaine Brooks (1874-1970) La relación de Barney con Romaine Brooks, una destacada pintora
estadounidense conocida por sus retratos en tonos sombríos, fue una de las más
duraderas de su vida.
Su relación duró más de 50 años, desde alrededor de 1915 hasta la muerte de Brooks
en 1970.
Aunque ambas mantuvieron relaciones con otras personas durante
esos años, su conexión fue profunda y duradera. Brooks pintó varios retratos de
Barney, y ambas compartieron un estilo de vida independiente, con una visión
similar del amor libre y la creatividad.
3. Liane de Pougy (1869-1950) fue una famosa cortesana y escritora francesa.
Aunque su relación con Barney fue más breve y no tan intensa como con otras
de sus amantes (duró, más o menos un año, 1899) fue también, por lo que parece, significativa.
Pougy escribió sobre su relación con Barney en su novela
semiautobiográfica "Idylle Saphique" (1901), lo que ayudó a darle mayor
visibilidad al amor sáfico en la literatura. Aunque su romance fue fugaz, su
conexión fue importante para ambas.
4. Élisabeth de Gramont (1875-1954), también conocida como la duquesa de
Clermont-Tonnerre, fue una escritora francesa y amiga cercana de Barney. Su
relación fue tanto romántica como de una intensa amistad.
Comenzaron su relación en 1910 y mantuvieron una amistad cercana
durante toda su vida.
Ambas firmaron un "contrato de matrimonio" simbólico que reflejaba
su compromiso mutuo. A pesar de estar casada con un hombre, Élisabeth
mantuvo su relación con Barney, compartiendo ideas sobre el feminismo y la
libertad.
5. Dolly Wilde (1895-1941), sobrina del famoso escritor Oscar Wilde, fue una
escritora y traductora que también mantuvo una relación con Barney.
Durante las décadas de 1920 y 1930 mantuvieron una relación intensa. Dolly Wilde, famosa por su ingenio y encanto, fue una de las amantes
más queridas de Barney. Aunque Wilde tenía problemas de adicción y su vida
fue trágicamente corta, Barney la apoyó emocional y financieramente hasta su
muerte.
6. Lucie Delarue-Mardrus (1874-1945) fue una poeta, novelista y escultora francesa.
Su relación con Barney fue apasionada y cercana, aunque también breve.
Delarue-Mardrus fue una figura importante en el mundo literario y
social de París, y su romance con Barney fue una fuente de inspiración mutua.
Aunque su relación no duró mucho, ambas siguieron siendo amigas cercanas.
7. Colette (1873-1954). Aunque no está claro si la relación entre la famosa novelista francesa
Colette y Barney fue amorosa en el sentido físico, ambas compartieron una
profunda amistad y admiración mutua. desde principios del siglo XX hasta la muerte de Colette en 1954.
Colette fue una visitante frecuente del salón de Barney, y ambas
intercambiaron ideas sobre literatura y el papel de las mujeres en la sociedad.
Colette también vivió de manera abiertamente bisexual, lo que las conectaba en
cuanto a sus puntos de vista sobre la sexualidad.
8. Mercedes de Acosta (1893-1968) fue una escritora y poeta de ascendencia
española que tuvo muchas relaciones con mujeres prominentes de la época,
incluidas Greta Garbo y Marlene Dietrich.
Su relación con Barney fue, como otras que hemos visto, breve
pero significativa. Se extendió durante la década de 1920. Ambas compartieron intereses
artísticos y literarios. Mercedes escribió poesía inspirada en sus experiencias
amorosas, y su relación con Barney fue una de las muchas que la influyó.
El salón de Natalie Clifford Barney - Ethic : Ethic
Natalie Clifford Barney, una vida apasionante (hayunalesbianaenmisopa.com)
Barney fue una prolífica escritora, aunque su obra fue a menudo eclipsada por su vida personal y social. Escribió en francés, idioma en el que se sentía más cómoda a pesar de
ser estadounidense.
Su producción literaria incluye poesía, ensayos y obras en prosa.
Algunas de sus obras más importantes incluyen: - "Pensées d'une Amazone" (Pensamientos de una Amazona, 1920). En este
libro de aforismos, Barney reflexiona sobre el feminismo, la guerra, la paz, el
amor y la libertad. El título hace referencia al símbolo de la amazona, una figura
mitológica que representa la independencia y el poder de las mujeres. -"Éparpillements" (Fragmentaciones, 1910). Se trata de un conjunto de ensayos,
poesías y reflexiones donde Barney explora temas como el arte, la vida y el
amor. El título refleja su estilo disperso y fragmentado, típico del modernismo
literario. -"Souvenirs indiscrets" (Recuerdos indiscretos, 1960). Una obra
autobiográfica en la que Barney narra anécdotas de su vida en París, sus
amistades y sus relaciones amorosas. A través de estas memorias, ofrece una
visión íntima de la vida cultural y social de la época. -"Aventures de l'Esprit" (Aventuras del espíritu, 1929). Una colección de
ensayos filosóficos y literarios que abarcan temas desde la estética hasta la vida
espiritual, reflejando la amplia curiosidad intelectual de Barney.
También escribió poesía, aunque gran parte de su obra poética ha sido ignorada
en comparación con sus ensayos y escritos más filosóficos.
Natalie Clifford Barney – Épisode 1 – La Bien-aimée | Les Faunesses - Le Blog d'Hélène Néra (helenenera.com)
InOutRadio, la radio lésbica Desconocidas & Fascinantes: 'Natalie Clifford Barney por Isabel Franc' - InOutradio, tu podcast sáfico
Barney fue una feminista adelantada a su tiempo.
Rechazaba las normas sociales que
relegaban a las mujeres a papeles secundarios en la sociedad y defendía la
independencia de las mujeres. Aunque no participaba activamente en los movimientos
feministas organizados, sus escritos y su vida fueron una forma de activismo.
La figura
de la amazona, que empleaba en muchos de sus escritos, simbolizaba su deseo de ver a
las mujeres fuertes, independientes y libres de las restricciones impuestas por la
sociedad patriarcal.
También fue pacifista, oponiéndose a la Primera Guerra Mundial y promoviendo el
entendimiento y la cooperación entre los países. En una Europa sacudida por conflictos,
Barney utilizó su salón como un espacio para discutir temas de paz y para crear
conexiones más allá de las fronteras nacionales.
A lo largo de su vida, Barney jugó un papel crucial en la vida cultural de París y en la
promoción de escritores y artistas, especialmente mujeres.
Su salón fue un lugar donde
convergieron algunas de las mentes más brillantes de su tiempo y donde se discutieron
ideas innovadoras en el ámbito de la literatura, la filosofía, y el arte.
Sin embargo, tuvo, como todo, su declinar y en los sesenta el Templo de la amistad, prácticamente cayó en el olvido:
"En la segunda mitad del siglo XX, después de la guerra, el salón cayó en un periodo de silencio. Muchos de los amigos y grandes escritores que habían pasado por su templo habían muerto o se habían ido de París. El jardín se volvió demasiado grande, la vid casi engulló el templo y la casa comenzó a estar cada vez más en un muy mal estado. El mundo parecía haberse olvidado de la rue Jacob y la casa finalmente se puso a la venta.
La señorita Barney, de noventa años, todavía vivía allí como inquilina, pero los nuevos compradores la llevaron ante los tribunales para que la desalojase y comenzar así su reforma. El desalojo conmocionó a París e incluso The New York Times protestó por el tratamiento irrespetuoso sufrido por la señorita Barney y su histórico salón. «Mi sala de estar es un monumento de la literatura contemporánea: nadie tiene el derecho de modificarlo», protestó Barney en 1968.
Una arquitecta revisó su estado y decidió que el trabajo debía comenzar sin demora. Los constructores y carpinteros entraron en el 22 de la Rue Jacob y comenzaron a destruir sesenta años de historia. Acabaron con todo, salvo la cocina. El nuevo propietario tenía planes de convertir el templo en un estudio de alquilar, pero afortunadamente sus planes se frustraron y el pabellón fue declarado monumento histórico. Incapaz de vivir en una obra de construcción, la poetisa abandonó la casa y prometió regresar en la siguiente primavera. En 1972, a la edad de 96 años, Nathalie Barney murió en el Hotel Meurice, donde había encontrado refugio. Nunca pudo volver a su Templo de la Amistad".
La influencia de Natalie Clifford Barney en el modernismo literario y su papel como mecenas de las artes cada vez es más reconocido por historiadores culturales.
Su vida y obra han sido revalorizadas, especialmente por los estudios sobre la historia LGBTQ+ y el feminismo.
Todas las imágenes y/o vídeos que se muestran corresponden al artista o artistas referenciados.
Su exposición en este blog pretende ser un homenaje y una contribución a la difusión de obras dignas de reconocimiento cultural, sin ninguna merma a los derechos que correspondan a sus legítimos propietarios.
En ningún caso hay en este blog interés económico directo ni indirecto.