Antaño, pero no un "antaño" excesivamente lejano puesto que yo lo recuerdo, la "izquierda", la política, social e intelectual procuraba con ahínco y, a veces, incluso con talento, "ofender al burgués". Se trataba de ridiculizar sus valores, de escandalizarlo. "Burgués" se escupía con el mismo entusiasmo que hoy se hace con "fascista".
Actividades culturales que para mí otorgan al ocio un plus de interés. Arte, música, cine, fotografía…también algunos artículos y reflexiones. Todo ello con un particular afán de contribuir a la difusión cultural en todos los ámbitos. Una de las secciones, "La obra provocadora", es para adultos.
jueves, 31 de julio de 2025
Micro-desahogos (25): Izquierda ¿puritana?.
viernes, 27 de junio de 2025
Micro-desahogos (24): ¡Tiempos!
"Años de educación mediocre han creado un gran número de personas incapaces de realizar un argumento coherente.
Solo expresan emociones, cuestionan los motivos de otros, hacen afirmaciones sin sentido y repiten eslóganes políticos. Usan cualquier cosa, excepto la razón"

viernes, 22 de noviembre de 2024
Micro-desahogos (23): Veneraciones laicas: psico-análisis (entre otras cosas).
Conozco personas que por la devoción cuasi religiosa que profesan al psico-análisis deberían emprender una entregada peregrinación a Maresfield Gardens (Hampstead), la casa londinense en la que Freud vivió su ultimo año, y postrarse ante ella en reverente inclinación.
sábado, 8 de junio de 2024
Micro-desahogos (22): Nuevas inquisiciones disfrazadas de justicia.
He publicado en mi página de Facebook este comentario:
"Escucho en las noticias que, por alguna denuncia de hipersensibles, se retiran de algunas bibliotecas del Reino Unido libros clásicos del siglo XIX, algunos tan populares como las novelas de Julio Verne. Por lo que parece, no tienen el "adecuado" lenguaje políticamente correcto e inclusivo que los censores e inquisidores de hoy día pretenden.
No acabo de entender cómo la mayoría sensata, que realmente es la mayoría, admite vetos, prohibiciones y negaciones de la realidad histórica (sea cual sea) por parte de una minoría que se impone, a pesar de su teórico lenguaje de inclusividad, con modos totalmente fascistoides, argumentando (si es que lo hacen) victimismos históricos, resentimientos pétreos y simplezas mentales.
La cultura de la cancelación, tan cara a todos los colectivos odiadores, me resulta repugnante. Lo que nació en principio como una reacción lógica y necesaria a abusos y sesgos injustos se ha convertido en un asqueroso remedo de inquisiciones pasadas o de puritanismos rancios y venenosos.
Por mi parte, procuraré apoyar, todavía más si cabe, a "cancelados y canceladas" que tengan la valentía de enfrentarse a este paradigma asfixiante que solo conduce a mundos grises, tristes y tarados."
Desde luego, para mí resulta casi imposible de entender el cómo se ha podido llegar a tal estado de cosas y que personas que presumen de ser "progresistas" y avanzadas hagan todo lo contrario de lo que, al menos en teoría, tendrían que hacer y de lo que pretendían sus antecesores intelectuales hace tan solo unas décadas.
Lo de "prohibido prohibir" (frase tópica e ingenua, pero que gozaba de cierto encanto) demostraba en su momento el enorme hartazgo de muchos jóvenes ante represiones, limitaciones e imposiciones.
Lamentablemente, dicha frase ha pasado a ser ya, visto lo visto, un anacronismo ridículo para los hijos de aquellos progres que, ansiosos por reescribir el mundo a su gusto y en sus limitaciones mentales, criminalizan hoy al que no piensa igual y a todo aquel que quiera vivir su vida a su aire y sin cortapisas o que, simplemente, quiera expresarse como le venga en gana.
Una "batalla cultural" que no se puede ni se debe dar por perdida, a pesar de que el paradigma castrador, represor e inquisidor que predomina en la actualidad, con falsos ropajes de modernidad y "avances" sociales, sea el que se impone de forma acrítica en los medios de comunicación y en un sinfín de foros en los que se cancela y lleva al ostracismo a todo el que no entre en el "juego".
Eso si (tiene guasa el asunto), todo en nombre de la libertad, ¡faltaría más!.
viernes, 26 de abril de 2024
Micro-desahogos (21): Frase de Montaigne.
martes, 6 de febrero de 2024
Micro-desahogos (20): Un poco es suficiente.
"No quiero oro en abundancia, ni muestras de pompa orgullosa,
ni poder regio.
No, sólo cosas corrientes y buenas quiero:
amigos: pocos, amables, sabios;
una casa de campo, un bosque
donde caminar; libros, viejos y nuevos.
Una vida retirada, aparte,
donde el ocio y el reposo convivan
con el trabajo; un poco de arte;
también, quizá, un poco de fama".
Lytton Strachey (1 de marzo de 1920)
miércoles, 16 de agosto de 2023
Micro-desahogos (19): Los "lucimientos" de la Amaral.
Se me escapan, a estas alturas del siglo, según qué polémicas. Muchas me parecen tramposas por lo que tienen de falso y demasiadas veces de trasnochado reclamo reivindicativo. También, claro, me llama la atención su curioso y rentable impacto mediático.
Una de ellas es la que se está armando en los medios con la "espontánea" exhibición de sus atributos mamarios por parte de la cantante Amaral. Defensa numantina de tal hecho por parte de algunos sectores; críticas -escasas, por lo que veo a pesar de lo que digan por ahí- por parte de otros.
Por lo que a mi respecta, no tengo nada que objetar a que ella u otras mujeres quieran exhibir lo que les parezca oportuno en un ambiente festivo y adulto. Tampoco, desde luego, a que lo hagan los hombres y éstos luzcan torsos, nalgas o incluso, penes en conciertos y eventos similares, si eso lo viven como parte prioritaria de su "expansión creativa" y un elemento esencial, por lo que se argumenta en los medios, para su "dignidad" personal (nunca se me habría ocurrido vincular la dignidad a la exposición cutánea o de las partes íntimas, pero reflexionaré sobre ello).
Mientras no me lo impongan a mí, que cada uno haga lo que le plazca o le parezca conveniente.
Yo cuando me desnudo lo hago en un vestuario (lugar que se ha vuelto, curiosamente, en los últimos años, de un puritanismo chocante y visceralmente opuesto a la libertad que luego se reclama en otros púlpitos), o en una playa nudista o mixta o en la intimidad de mi casa, si me place.
Procuro ejercer mi derecho a la desnudez en ámbitos que, en principio, no incomoden a otros. Pero, por lo que parece, cualquier exhibición pública se torna aceptable y/o aplaudible o no dependiendo de si se utiliza para una reivindicación de determinado tipo (¿recuerdan a la Sra. Maestre y su episodio de exhibicionismo en una capilla -que no en una mezquita- para denunciar no sé qué?).
(9902) Rita Maestre reconoce que se quedó en sujetador en la capilla - YouTube
Si nos ponemos a buscar criterios justificativos: ¿Por qué otras situaciones o reivindicaciones, por lo que parece, son inapropiadas u obsoletas utilizando la misma forma de reclamo?.
Por poner un ejemplo ¿Ha intentado alguno de ustedes hacer nudismo por la ciudad? Imposible. Es igual que haga mucho calor o que simplemente se desee disfrutar (palabra fetiche de estos tiempos) del aire en el cuerpo o de la sensación de libertad física plena. ¿Restricción totalitaria y castradora o simple prudencia social? ¿Mojigatería urbana, chochería burguesa? En más de una ocasión detuvieron, no hace demasiado tiempo, a un mozo en Donosti al que le gustaba ir en bici en pelotas, y lo hicieron a pesar de sus sinceros deseos higienistas y naturistas. Se impuso un cierto orden público y un cierto "decoro" sobre las ansias de libertad individual (claro que en este caso la noticia abarcó cuatro líneas en una página secundaría, no titulares y telediarios y desde luego todo sonaba más a condena por incivismo que aplauso por su valentía reivindicativa de espacios plurales y diversos).
A pesar de tanta libertad (como pancarta, ya que la real cuesta verla cada vez más) en muchos ayuntamientos playeros de nuestro país se ha puesto de moda este verano sancionar con fuertes multas el pasearse sin camiseta por sus calles (entiendo que sería igualmente sancionable ir sin nada), no se sabe si por un criterio estético (muchas veces de agradecer) o por una numantina defensa del pudor público, un pudor que parece, por lo que se ve, muy relativo según sea el acto social y público en el que se produzca el posible lucimiento de carnes o de partes pudendas y lo que se arguya para ello.
Leo además en el periódico (El Correo de ayer) que la vicepresidenta segunda y Ministra de Trabajo y Economía Social en funciones, Yolanda Díaz "calificó la actuación de la cantante aragonesa de "más que un gesto", una "reivindicación de unos derechos hoy en juego". "Me ha parecido maravilloso y le doy las gracias a Eva, que nos representó a TODAS las mujeres de este país" (¿seguro Sra. Díaz?).
¿Hace augurar tan encendida alabanza gestos similares por su parte?
¿Tendremos consejos de ministros y ministras con exhibición mamario/reivindicativa?
¿Se pondrá de moda en las instituciones de gobierno reivindicar lo que sea no quitándose el zapato como el Sr. Jrushchov sino lanzando al aire con alegría sujetadores o bragas o calzoncillos?
En fin, el panorama me parece de una disonancia cognitiva bastante severa.
Foros en lo que parece obvia y necesaria la desnudez parece que se autocensuran por miedos, comparaciones o pudores sobrevenidos; foros en los que la reivindicación podría hacerse de muchas otras maneras se convierten en reclamo y lucimiento de desnudeces concretas y acaloradamente aplaudidas por algunos y algunas.
En mi ya muy lejana juventud el desnudo, el streaking o, incluso, el practicar sexo en público, era una forma de luchar contra represiones, mojigaterías y morales en exceso coercitivas.
Hoy, cincuenta años después y con muchas batallas ganadas hace décadas, se esgrime por algunos y algunas el mismo derecho como si el tiempo hubiese pasado en balde y la inmensa mayoría no viviésemos con naturalidad lo que pretende vendérsenos como "derechos en juego" (¿vamos camino de convertirnos en Afganistán?). En fin, muchas cosas veré antes de morir...
¡Y yo con estos pelos y controlando mis impulsos exhibicionistas (sanos y prudentes)!
Ver para creer , ciertamente.
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domingo, 6 de agosto de 2023
Micro-desahogos (18): No salirse de la "norma": pensar poco y aplaudir al (o la) imbécil.
"Si hoy ninguna revolución parece posible, tal vez sea porque no tenemos tiempo para pensar. Sin tiempo, sin una inhalación profunda, se sigue repitiendo lo igual. El librepensador se está extinguiendo: "Dado que falta tiempo para pensar y sosiego al pensar, ya no se ponderan los pareceres divergentes: basta con odiarlos. Dada la tremenda aceleración de la vida, espíritu y vista son habituados a una visión y un juicio a medias o falsos, y todos se asemejan a los viajeros que conocen países y pueblos sin bajar del tren. La actitud autónoma y cautelosa del conocimiento es estimada casi como una especie de extravío, el librepensador es desacreditado" " (*).
Las palabras de Nietzsche citadas por el filósofo coreano Byung-Chul Han resultan -como tantas otras escritas por Nietzsche- extrañamente proféticas y certeras aplicadas a estos tiempos en los que el pensamiento se lapida con cualquier excusa y se promueve sin fin, en demasiados foros, una emocionalidad visceral e infantilizada (y muchas veces muy agresiva).
(*) El libro que hay que leer es: "Elogio de la inactividad. Vida contemplativa" de Byung-Chul Han.
jueves, 19 de mayo de 2022
Micro-desahogos (17): A vueltas con la incomunicación. 4 claves.
Como bien saben quiénes tienen la amabilidad de leer esta sección del blog, uno de los temas que más me preocupa es el de la incomunicación.
Vivimos inmersos en una verdadera sobredosis de mensajes de todo tipo; mensajes que nos llegan, además, por todos los medios posibles pero, a pesar de ello o precisamente por ello, se hace muy difícil el escuchar y el ser escuchado.
Resulta una paradoja llamativa de estos tiempos el que por exceso de parloteo, ruido al fin y al cabo, muchos acabemos por pensar que la verdadera comunicación es algo imposible...salvo que, en un futuro lejano e improbable, algún genio descubra un gen dormido o alguna extraordinaria mutación que haga posible la telepatía o algo similar. Sería una cualidad maravillosa que nos ahorraría estériles esgrimas verbales, manipulaciones sinfín y enfrentamientos varios (siempre cansinos y desagradables).
Desde luego, hay infinidad de escritos de todo tipo sobre la comunicación (¿sobre qué no hay "infinidad de escritos" en estos tiempos internáuticos?).
Al igual que con las "inteligencias", los expertos (ese colectivo maravilloso, pero siempre vaporoso y fantasmal al que se reviste de una aureola de sabiduría última e incuestionable, cuasi divina) han desarrollado innumerables tesis sobre los distintos tipos de comunicación, sobre sus características y sobre todas las habilidades necesarias para potenciarlas.
Esfuerzos muchos de ellos realmente loables aunque, en vista de las dificultades comunicativas que vemos constantemente en los más diversos foros y situaciones, no parece que tan esforzadas propuestas hayan calado demasiado en los ciudadanos de a pie, siempre zarandeados por los medios de (in) comunicación y manipulación masiva, y todavía mucho menos parecen haberlo hecho en esa especie tan peculiar conocida comúnmente como "políticos".
Sobre ello, como bien saben, ya he tenido oportunidad de desahogarme en esta misma sección en anteriores ocasiones: