El film nos cuenta la historia de Kate Mercer (Charlotte Rampling), una dama que está muy ilusionada (y enfrascada) con los preparativos de la fiesta de celebración de su 45 aniversario de boda. Pero -siempre hay un pero que anima el cotarro- cuando llega una carta para su marido (Tom Courtenay), en la que se le comunica a éste que en los glaciares de los Alpes Suizos ha aparecido congelado el cadáver de su primera novia, todo parece cambiar.
Este hecho, que en principio debería ser anecdótico y trivial después de casi medio siglo, despierta un sorprendente cúmulo de emociones en los protagonistas y, claro, tanta emoción junta, parece no augurar, precisamente, lo que se dice algo bueno. No es que la película se desparrame en una especie de vorágine emocional, no. Es algo bastante más sutil y en muchos sentidos, por lo tanto, bastante más real. Desde luego, algo más interesante e inteligente que el repertorio de aspavientos emocionales a los que suele someternos la gran pantalla cuando le da por ponerse en plan siroco melodramático.
La misiva, evidentemente, despierta fantasmas.
Fantasmas que resucitan un pasado de hace mucho tiempo; un pasado que fue vivido, pero que .evidentemente- no fue olvidado. Y que, como todos los fantasmas que se precien de serlo (sino que se lo digan a ínclita la Sra Muir), alteran el presente con una fuerza y un poder que solo pueden tener cuando los alimentamos -bien- con nostalgias, miedos y dudas.
En este sentido, la película deja un regusto extraño, algo amargo, e imprime un cierto desasosiego porque constata la fragilidad con la que muchas veces hilvanamos las cosas importantes y duraderas de la vida, lo cual (para mí) es un acierto, ya que invita a la reflexión y al debate íntimo y personal.
La película fue dirigida por Andrew Haigh, que se responsabilizó también del guión, utilizando como base un relato de David Constantine.
La fotografía corrió a cargo de Lol Crawley.
Interpretaron, aparte de los a mencionados, Geraldine James, Dolly Wells, David Sibley, Sam Alexander, Richard Cunningham, Rufus Wright.
El film recibió numerosas nominaciones y diversos premios, entre ellos los de mejor actor y mejor actriz en el Festival de Berlín.
https://www.youtube.com/watch?v=GiKe3KqLpCAhttps://www.youtube.com/watch?v=GiKe3KqLpCA
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Reconozco que la banda sonora no me llamó mucho la atención en su momento, pero mi buen amigo Miguel de la Concepción, melómano furibundo y escritor vocacional, me recuerda varias piezas clásicas que se escuchan en la misma:
-Sinfonía nº 2, en Do mayor, J.51, 2º movimiento, adagio ma non troppo de Carl María von Weber.
-Concierto para piano, en La menor, Op. 16, primer movimiento, de Edward Grieg,
-"Como dijeron (¿Que hacer?)", S. 276, de Franz Liszt
-Rondó en Re mayor, KV.382, 2º movimiento, de W. A. Mozart.
-Sinfonía nº 25, en sol menor, KV.183, 2º movimiento de Mozart.
-Romance en Re bemol mayor, Op. 24, nº 9 de Jean Sibelius.
-Preludio y fuga nº 1, en Do mayor, BWV.846, de J. S. Bach.
https://www.youtube.com/watch?v=Pign1VqQbFs&t=1s
https://www.youtube.com/watch?v=uI5igxVltu0&t=2s
https://www.youtube.com/watch?v=Tg5cpiX18TA
Todas las imágenes y/o vídeos que se muestran corresponden al artista o artistas referenciados.
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